¿Bailamos?
Al ritmo de un par de miradas
que se buscan y se encuentran
en un beso eterno y asesino
que va bebiéndose las horas
hasta volvernos anochecer.
Al ritmo de un par de miradas
que se buscan y se encuentran
en un beso eterno y asesino
que va bebiéndose las horas
hasta volvernos anochecer.

Al ritmo de tus labios y los míos
que se encuentran sin buscarse
en su juego clandestino y fugaz
ese que aprendieron sin darse cuenta
y ahora les da vida y ganas de más.
¿Bailamos?
Al ritmo de tus manos en las mías
que van juntas y se extrañan
en su mundo de lluvias claras
y cielos suaves y verdes,
¿por qué habré dicho justo verde…?
Al ritmo de tus manos en las mías
que van juntas y se extrañan
en su mundo de lluvias claras
y cielos suaves y verdes,
¿por qué habré dicho justo verde…?
¿Bailamos?
Al ritmo de estar solo los dos.
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