Sigo vivo. Sigo respirando.
Sigo de pie. Sigo caminando. Sigo herido. Sigo sanando. Sigo siendo. Sigo: y
eso es lo que me importa (y mantiene vivo).
Me equivoqué. Me equivoqué
con vos y con nosotros. Me equivoqué con ellos. Me equivoqué con él. Me equivoqué
muchas de las veces en las que elegí. Me equivoqué también cuando no pude
elegir. Me equivoqué al dejarnos morir. Me equivoqué al dudar, al mirar para
atrás, al volver a temblar. Me equivoqué y eso me trajo hasta acá.
Sangro. Sangro por dentro,
allá donde nadie ve ni me veo. Sangro por fuera, a la vista de todos y del
espejo. Sangro en lo hondo de mis sueños. Sangro bajo el cielo que una vez
construí nube a nube. Sangro sabiendo por qué sangro. Sangro sin tener la menor
idea de por qué. Sangro sobre mis recuerdos. Sangro. Sangro. Sangro. Y volveré a sangrar cuando ya no sangre.
Ya nada será como antes. Ya
nada será como siempre. Ya nada será como nunca. Ya todo tendrá gusto a deja
vú. Ya todo será una y otra vez diferente. Ya ninguno de nosotros amará de la
misma manera. Ya ninguno de nosotros sufrirá del mismo modo. Ya nadie le pedirá
al tiempo que nos olvide. Ya nadie contará las horas que faltan para volver a
vernos. Ya no habrá que decirnos lo que no queremos decir. Ya no habrá que
decirnos cuánto nos queremos. Ya está, ya pasó.
El mundo seguirá
girando… tarde o temprano, el mundo
volverá a girar. Y vos y yo, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡gracias!