lunes, 24 de diciembre de 2012

UN AÑO PARA RECORDAR (¡gracias!)


Los años nos van y nos vienen. La vida se nos va y a veces vuelve. Los recuerdos llegan y si nosotros queremos, se quedan a dormir. Todos vivimos cosas muy lindas este año, pero también, todos vivimos cosas tristes y amargas durante el 2012. Pero después de todo, así es como deben de ser los años. Con cosas lindas y cosas feas. Con vivencias para guardar y otras para dejar pasar. 

Así son y deben de ser los años. Porque de lo malo aprendemos. Porque de lo bueno disfrutamos. Porque de lo malo y de lo bueno vivimos. 


Les doy gracias a todos ustedes, ustedes que son lo primero y lo más importante en este blog, ustedes que son los que me hacen seguir adelante con este proyecto de compartir con el mundo lo que mi corazón me susurra, ustedes que son nada más y nada menos que mis lectores. Gracias, entonces, por leerme durante todo el 2012 y acompañarme desde que esto comenzó sonándome a locura hasta hoy que me sabe a satisfacción. Gracias. Gracias por dejarme entrar en sus vidas verso a verso. Gracias por dejarme ir y venir con ustedes en un mismo tiempo. Gracias por leer mi forma de escribir el sol.

¡Muchas felicidades! Y recuerden... no debemos rendirnos ni dejar que la tristeza y la desesperanza nos detengan, porque lo mejor, puede estar por venir. 


Sebastián

sábado, 22 de diciembre de 2012

"¿ENAMORARSE?"

Ayer, cuando la tarde ya tenía ganas de caer e irse a dormir, la tentación de treparme a mis dos ruedas azules, se me subió hasta el cuello y me largué a bicicletear el mundo. 

Le di vueltas y más vueltas al mundo en tan solo algunos minutos, y perdí la noción del tiempo y de la rutina (¡gracias a Dios!). El ciclo giratorio de mis ruedas azules me llevó de regreso y de ida, y cuando quise acordar, estaba parado al lado de mi sombra en el mismo lugar del que había salido.
Y allí estaba el sol abrazado a la tarde, a punto de irse a dormir acurrucados en su manto de horizontes.

Me quedé mirando aquel paisaje de primavera. ¿Había algo más lindo? ¿Acaso algo u alguien podía superar semejante acto de rebeldía natural? Y casi sin dejar segundo a suspiro, los susurros comenzaron a emanar del aire primaveral. Letras y tildes mal puestos se unían caprichosos para formar su nombre en el aire. Se hacía inevitable no pensar en su rostro al ver como el sol se rompía en el mar… ¡cómo deseaba estar allí con ella!

¿Ella? ¿Pero quién era ella? Tenía un nombre, un supuesto rostro y una ella. Pero, ¿qué era todo eso? Y aquello no era lo único. Desde hacía varios días me sentía cada vez más meloso. Aunque parezca exagerado, no miento al decir que el chocolate con la receta más dulce del universo, me sabía amargo y casi vacío. Todo perdía el gusto y los susurros nocturnos de unas estrellas muy bien peinadas se habían vuelto guardianas de mis sueños.

¿Qué le pasaba a mi paladar? Era como si algo que hubiese comido me hubiese quitado la capacidad de distinguir los sabores, como si algo que hubiese probado… algo que… ¡pero claro! ¡Esa era la razón! Hacía unos pocos días mis labios habían besado al par de labios más dulces del mundo, y después de ahí, todo comenzó a sentirse amargo. ¿Cómo no iba a suceder eso si aquellos labios fueron tan impactantes para toda mi alma que el mundo se me volvió agrio y casi salado? ¡Qué dulzura asesina!

Ahora tenía una ella, un nombre susurrado, un rostro supuesto y un beso dulcemente asesino. ¿Pero qué unía todas esas pistas? ¿Acaso había razón para sentir que el oxígeno no alcanzaba y que el día era noche y la noche era día? Miré mi reloj y vi que apenas eran las seis menos cinco de la mañana… ¡pero claro! ¿Cómo no iban a serlo si yo sentía que la tarde se estaba cayendo? ¡El día recién nacía esplendoroso desde el mar!

Exhausto de indagar en mi alma, me recosté cercano a mi sombra pálida y cerré los ojos. De pronto, como si alguien bajase el volumen de la ciudad, la tarde caída que era mañana recién nacida, se llenó de silencio. En mi desespero amargo por sentir el ruido de los autos y la mar chocando contra el puerto, mi olfato se volvió más agudo y un perfume me invadió el cuerpo hasta emborracharme.
Ese perfume se me hacía tan familiar y empalagoso… lo conocía y lo había probado, estaba seguro de eso. Cuando comenzaba a perder el sentido de estar en aquella mañana con gusto a tarde, recordé el origen de ese perfume: ¡la noche anterior! ¿Cómo no iba a sentirlo tan cercano si lo tenía en mi ropa? Su perfume natural se había desprendido de su piel y se había impregnado en mi camisa. Lo más primaveral de su esencia carmesí, estaba amarrado a mi vaivén de dos ruedas y de sombra pálida.

Ya nada tenía sentido. A todo mi mundo incongruente se había sumado un perfume de rosas enruladas que me volvía muerto con corazón sonriente. Apenas sentía el sustento del muelle y el sol se reía tímido de mi borrachera.

Y así, cuando ya nada tenía sentido y mi cuerpo estaba a punto de caerse al agua, recordé su imagen completa. La recordé desde sus pies hasta sus besos. La recordé en silencio y encaprichada. La recordé abrazada a mí la noche anterior entre las sábanas. La recordé susurrándome en mis sueños primaverales. La recordé cambiando mi vida en un segundo.

¿Enamorarse?”, pensé en voz alta. Me levanté con la sangre ahorcándome en el alma y partí rumbo a su casa. “¿Qué es eso? ¿Se comerá? Porque creo que me lo comí...”, concluí camino al sol.

"Perdón"


Perdón por
mentir con el corazón repleto
de latidos callados
que si tenían verdades.

Perdón por
no llegar a las seis
al bar del viejo Juanicó
para bebernos con el café.

Perdón por
romper las promesas recitadas
cuando la amistad no era ajena,
¿dónde ha ido la magia?

Perdón por
pelearme con quien cuida mis pasos,
pues ha sido un día de lluvias malas
y la sonrisa no se pinta en mis huesos.

Perdón por
leer sin buscarle sentido;
amar sin saborear el beso;
crecer sin aprender;
vivir pensándolo dos veces.

jueves, 20 de diciembre de 2012

"Esas cosas no se hacen sin amor (pero se hacen igual)"


Luego de tantos días sin tocarnos, me enderecé y la miré de reojo desde el sillón que daba al balcón. Mis deseos de acercarme eran asesinos en busca de sabiduría. Pero no podía hacerlo. No sin sentirlo desde el alma. No podía acercarme si mi corazón no me lo decía. No podía tocarla si las mariposas en mi estomago estaban dormidas. “Esas cosas no se hacen sin amor”, decía mi madre. Y por alguna razón, le creía. Esa era mi filosofía.

Pero aquella madrugada. Aquella madrugada cuando la miré de reojo desde el sillón con vista al balcón, me olvidé de todo lo que me había dicho mi madre. El calor desgarrador trepaba desde los cimientos de la casa hasta llegar al techo de tejas azules. El aire se colaba entre el ventilador que rugía a un costado de su cama y la luna no era más que otra testigo acalorada de aquella noche de diciembre.
Me puse de pié, y me quedé mirándola fijo por varios minutos.

La miré con los labios inundados de deseo y concupiscencia. La miré mientras ella miraba al vacío con su silueta despechada. Hacía varios días que no nos hablábamos. Ni siquiera nos saludábamos por la mañana al levantarnos. Ella se había quedado ahí, en su cama, porque yo me había apoderado del resto de la casa y no había vuelto a entrar en su cuarto. Allí estaba. Deseosa de mi encuentro. Tentándome en su silencio carcelero.

No pude contenerme más y me acerqué. Me acerqué con la respiración acelerada y el pulso en el cielo. Me miró y se sonrió victoriosa. Lo había logrado. Me había acercado. Yo había vuelto a ella por mi propia voluntad mientras ella se guardaba en su silencio seductor. Me acerqué, y con las mariposas rebotando en el cuello de mi estomago, no dudé en acariciar su silueta engreída. Estaba fría y desnuda por mi culpa. Así la había dejado la última vez que nos encontramos. Fría, desnuda y olvidada en aquel escritorio.

Hicimos el amor entre las hojas y nos perdimos entre la humedad sofocante de la tinta. Aquel ruido era sublime. Aquella melodía que salía desde su boca como resultado del amor en movimiento, era el más dulce de todos los sonidos. Su cuerpo volvía a calentarse y su silueta desnuda volvía a ser encantadora.
Hicimos el amor durante horas. Hicimos el amor como si fuese el primer día que nos viésemos las caras. Hicimos el amor como dos jóvenes amantes que se encuentran a escondidas en su nido de pecados y cosquillas. Hicimos el amor y el amor nos hizo.

Ya todo estaba olvidado. Éramos uno solo otra vez. Y la inspiración no fue el fruto, sino la causa. Y la belleza no fue la causa, sino el fruto.

Dejé de tipear sobre su cuerpo y me detuve a mirarla por un instante. Me alejé del escritorio y le sonreí por siempre ser mi amiga y mi amante.
“Al fin terminé la novela”, dije sacando la última hoja de su carro. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

"HIMNO AL AMIGO"


Heme aquí una vez más
con las manos repletas de letras
y una boca que se resbala en rimas
deseosa de ayudar al conocido
y hambrienta de aconsejar al perdido.
Heme aquí sabiendo y sin saber
que ni las vocales
ni las consonantes
ni los puntos ni comas unidos
pueden llenar el vacío del alma…
pero heme aquí porfiado en el intento.

¿Qué sucede estimado conocido?
¿Qué pregunto como desconocido?
Mira, siente, saborea mis cuestiones
que se rebosan sin sentido alguno
porque no se pregunta al amigo,
porque no se piensa dos veces ante un hermano,
porque no vale la vida
si la muerte borró una sonrisa.
Lato junto a tu a tristeza,
me empalago de tus anhelos saciados.

Levanta, mi amigo, esa mirada perdida
hacia un mundo que luce vacío y sin paredes
para juntos dar fundamento y causa
a un nuevo sol sin límites ni alabanzas,
¡huyamos al viejo secreto de verano
que tantas picardías supo tragarse!
Sonríe cuando recuerdes su sonrisa,
llora cuando sientas aún sus lágrimas hirviendo,
suspira cuando concluyas que vivió bienaventurada.
Habla contigo mismo
cuando entiendas que fuiste razón de tal alegría.

Voy y vengo y me pierdo y me caigo
en este embrollo de letras no dichas
y vacíos recién pintados,
¡oh pero no me rindo!
no me iré ahora que la lluvia amarga te cubre,
¡oh no me marcharé!
no sin antes dejar mi paraguas abierto en tus hombros,
no sin antes decirte cuanto te quiero al enojarme,
no sin antes recordarte que no somos vecinos
no somos compañeros
no somos esclavos de una misma tiranía
ni somos hermanos de sangre,
somos amigos.

Te dejo lo único que vale en mi alma
te entrego la última razón por la que viví,
a ti mi amigo y maestro de las mil horas
te regalo sin moño y sin cascabel
estas letras de alabanza y sin sentido.

¡Respira a mi lado mi querido amigo!

martes, 11 de diciembre de 2012

¡REBELDÍA CELESTE!


A partir de el miércoles 12 de diciembre de 2012, podes solicitar mi nuevo poemario "Rebeldía Celeste". Podes hacerlo completamente gratis enviando un email a "sebation6@hotmail.com" con el asunto "Quiero Rebeldía Celeste". Participá hasta el 31 de diciembre, solicitando tu archivo de "Rebeldía Celeste", de una copia impresa y autografiada del mismo. 
¡QUE LA REBELDÍA CELESTE INVADA TU VIDA!

viernes, 7 de diciembre de 2012

Krizovatka - Love (ES-PEC-TA-CU-LAR ! sin palabras)



Este tipo de cosas, estas actitudes, estos valores propiamente humanos, me hacen creer con esperanza que aún tenemos futuro, que todavía podemos salvarnos, que dentro de nosotros, existen personas que son realmente humanos, en todo lo bueno que ello implica, pero también en lo malo. Somos y seremos humanos, pero tenemos y debemos sacar lo mejor de nosotros para darle al mundo y que nos vuelva.

jueves, 6 de diciembre de 2012

"Sabor natural"


A ti que la miras y le buscas la marca
o el origen caro de su perfume,
a ti muñeca de revista
quiero decirte un verso rabioso
y rebelde contra tus modelos.

Entre sus sacos viejos y usados,
no tan lejos de su piel sin cremas
allí donde cambia el rulo erizado
que cae dulce por su rostro hasta el cuello…
¡vive el corazón más tierno del globo!

Tú te escondes detrás de tu celular
mientras ella se ríe volando con el viento
dejando que su perfume de mujer;
su sabor natural no se ensucie con modas.
¡Dulce mujer ella sola y para siempre!

No la quiero con tacones
ni vestidos de fiesta alquilados,
porque ella al levantarse a la mañana
despeinada y sonriendo porque ha salido el sol
se ha ganado mi amor y mis labios.

lunes, 3 de diciembre de 2012

yo digo...

A veces no decir nada, lo dice todo, incluso para quien está acostumbrado a siempre tener que decir algunas letras

sábado, 24 de noviembre de 2012

"Anoche"


Anoche
cuando la luna
bebía una copa de vino
me terminé de convencer
de que tu boca era mi lugar
tus manos eran mi futuro
y tus cabellos perfumados
eran la raíz
para un infinito de sonrisas.
¡Ah si!

Había dudas,
si las había,
pero eran de esas
que pican poco
y no dicen más que pavadas,
pero anoche,
¡ah anoche!
¿cómo había lugar
para cuestiones
y sinsabores?
¡Anoche
el mundo se quedó sin preguntas!

Poco sé
de números y filosofía
y aunque tenga nociones
de eso que llaman derecho
no conozco recurso
ni ley que me ampare…
anoche la primavera
posó sus labios en mi vida
y como enamorada consecuencia
me perdí voluntario
en su mirada menos tímida.

¿Dónde firmo?
¡Qué digo!
el cielo no alcanzaría
para plasmar latidos
con gusto a verso.
¿Qué hago ahora?
¿Lo digo?
¿Lo grito?
¿Me escuchan?
¡Me enamoré! 

jueves, 22 de noviembre de 2012

"HIMNO AL POR QUÉ"

Una noche de noviembre
alguien me dijo con antojos
que lo que más le gustaba
eran los por qué.
A todo
le buscaba un por qué,
lo saboreaba
le cambiaba la ropa
y luego lo guardaba
en su archivo clandestino.

Me quedé
allí entre preguntas,
mirándola
y buscándole un sentido
a aquellas afirmaciones,
la miré
con los labios en forma de cuestión
y le dije:
¿por qué?

Me contó,
por ejemplo,
que con esa política
y filosofía de investigar
descubrió
por qué nos enamoramos
y por qué vivimos enrutinados
y hasta el por qué
de que exista un por qué.
Y así me perdí…

“Nos enamoramos
porque somos enamorables
y cuando nos pican con los ojos
nos pinchan las hormonas
y esas hormonas alocadas
se vuelven primavera en la sangre”,
explicaba entre comillas la señora del por qué.
“Y hay un por qué para todo
y por eso lo disfruto
porque mi vida no tiene un sinsentido
porque mi camino no vive de vacíos
porque el destino ya me contó sus vueltas”,
decía entre regocijos y antojos.

La miré,
sin cuestiones
ni reproches…
la miré
y me di cuenta
que indefectiblemente
tenía razón:
el por qué
está atado al porque
y un porque
vive en relación
con la vida vivida.

Me levanté
y me fui de esa noche de noviembre.
Y ya de camino a casa,
con la cabeza gacha
y esperando en el semáforo
pensé en voz alta
“menos mal
que la escuché sin motivos…”. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

"Siempre hay problemas (en el amor y el menú)"

Ayer
vino una criada
de los mundos de al lado
y me susurró entre las zanahorias
que andaba triste por un hombre
un tal “amor de su vida”,
y como soy innato consejero
me quedé allí en el huerto
escuchando a la enamorada.

Allí entre zapallos y lágrimas
me contó cada segundo
y cada latido de su relación.
Se habían conocido en la ciudad
mientras él decía bobadas
y ella las compraba por verdades;
fue amor a primera vista.

Su delirio
se basó en la época de lluvias
y en la de cosechas,
cuando el cielo lloraba de emoción
el pecado
gritaba escondido en el trigal,
y cuando era tiempo de hacerse de frutos
los besos eran cursis
y se sellaban entre tierra y sol de ajuar.

Pero en ese entonces,
en tiempos de siembra y dolor,
allí estaba ella
sucia
llorando
y con el desamor en sus manos
por una semilla
que invadió prado ajeno.
Allí estaba,
escondida sin pecado entre el maizal.

La miré
con aires de doctor y consejero
y tomando mi canasta atiborrada de cielo
le dije ensimismado:
“siempre hay problemas
y cosas que nos pican en el bolsillo
pero no por ello
dejamos de tener bolsillos, ¿no?”

domingo, 18 de noviembre de 2012

"Parece, incluso..." (SI TE ESTRESASTE ALGUNA VEZ, LEELO!)

Parece, incluso, una de esas realidades que a uno le cuesta creer por más simple que sea. La diferencia que surge de un simple movimiento de manos que se encuentran en un mismo lugar, provoca un cambio tan trivial como esencial en la vida del hombre. 
El cambio en la rutina de cada hora, está más cercano y es aún más sencillo de lo que la mente puede querer creer. Quizás te esfuerces en comprarte una cena para dos con velas incluidas… para terminar disfrutándolo solo en un mediodía oscuro que se esconde en tu apartamento vacío. Quizás este día te maquilles un poco más y al otro un poco más, y así al día siguiente y al siguiente, pues en la búsqueda de otra alma que parezca, a simple y corta vista, encajar en tus pupilas y con suerte en tu habitación, encuentras tu felicidad.
Tal vez ayer o pasada esta tarde lo intentes. Siempre anhelando una gota de felicidad y esperanza con gusto a cambio y con pizcas de distinto. Apostándolo todo, dejándolo todo, regalándolo todo, perdiéndolo todo.

Parece, incluso, un hecho de esos que sólo conectan un minuto de la rutina. Pero querido buscador de dorados, debo advertirte, no para tu recelo, sino justa y únicamente a modo de ejemplo y consejo, que la bacanal hormonal que deja la felicidad, no la encuentro en aquello que tú denominas raro y circunstancial.
¿No te has visto nunca reclinado en una oficina monótona, deseando que fuese viernes y termine la rutina del trabajo para encausarte a la rutina de ese pseudo fin de semana? ¿No te has visto nunca, acaso, rodeado de papeles que no concuerdan y una campana que chilla en el escritorio esperando para contarte sus problemas que serán tus problemas? ¿No te has visto nunca, raramente en la rutina, deseoso de que mueran los minutos y el mundo se extinga, y los animales no vivan, y las plantas se hundan en si mismas, y el cielo se quiebre no en dos, ni en tres, sino en cuarenta y siete pedacitos? Pues allí me encontraba yo cuando descubrí este consejo que con jadeantes rodeos y sospechas rebuscadas, te voy adelantando.

En aquel vulgar entonces, advertí que la ventana a espaldas de mi sillón de cuero y con tornillos de plata, estaba cerrada de par en par. Aquel umbral atado con cadenas, persianas y cortinas, me separaba del mundo exterior y de las cosas por las que en realidad, valía la pena vivir. Aquí, entonces, mi cálido escucha y a veces lector, encontrarás la semilla que dio razón y consecuencia a mi peculiar y casi absurdo consejo. Me despegué con la voluntad agazapada, de ese sillón que creía era mi trono, y caminé lenta y acompasadamente hacia la ventana. Rompí las cadenas, abrí sus hojas, subí la persiana, corrí la cortina y en ese mismo instante que tú encontrarías sin un sentido a guardar, la vida me sonrió con picardía. 

¡Ah mi estimado aventurero aún sin aventuras, no sabes ni conoces aún, cuan gran diferencia puede hacer un rayo de luz solar, chocando contra tu vida!

sábado, 17 de noviembre de 2012

"¡Qué loca! (que quiero)"


Estalló
callada y de sonrisa escondida,
allí
hundida
en su mundo de cabellos y cintas raras
estalló
sola y separada
amando a la noche
y besando al cursi por estar en extinción.

¿Quién diría
que en el más allá
de tu espalda y piernas dadivosas
habría de existir
allí
silenciado por el resguardo
un alma melosa
un sol de noche
una loba con sabor cielo?
¡Quién lo diría!

Pero igual
qué grata
y simpática sorpresa
me llevé travieso
cuando descubrí empedernido
que allí no había vacío
que allí había destino.
Linda y tierna
y a veces grandiosa
por hacer de la tristeza sonrisa
por hacer de la distancia un beso
por hacer de la rebeldía un abrazo a la vida.

¿Te has puesto a pensar
en la única
y rara combinación
que no se hará y ya se hizo
de cuando fuiste solicitada
sin formularios ni horarios?
Qué culpable el destino
por juntar vida y cielo,
qué bondadoso el destino
por juntar al milagro (tú)
y a la voz de este poeta.

domingo, 11 de noviembre de 2012

"¿Sabías tú...?" (hecho con mi amiga de www.sendmean-angel.blogspot.com)

¿Sabías tú cuanto he soñado con polvo de diamantes?
¡ah si! ¡no dejo de pensar en el!
y en ella, que se deslizó entre mis dedos
cuando la noche se moría por ser de primavera
bajo la nube de luciérnagas.


¡Cómo no extrañar y querer soñar
si la vida era sol y el sol era amor!
oh, anhelo, dulce espina en el pasado
que siga tu dolor en mis días
si ese es el precio para que el reloj se duerma.
Abro los ojos y miro hacia el futuro, nada fue en vano,
pero llegó la despedida y almanaque chilla en su melancolía
todo llega a su fin,
sólo quedan reencuentros con el vacío inquieto de la incertidumbre
y así y aquí, digo adiós a un mundo que aprendió a caminar mirando donde pisar.

Allí se va la luna...
quedo en penumbra, se desprende mi alma para seguirla
y allí nos vamos la luna y yo,
el pasado y el futuro pre hecho,
la vida y una etapa que se cerró.

viernes, 9 de noviembre de 2012

"Vientos de cambio"


"Allí viene el viento con sombrero de graduación,
allí viene tempestuoso y casi maduro,
allí viene pronto para algunos y tarde para otros,
allí viene serio y con lágrimas escondidas,
pero allí viene,
deshojando la ventana
que nos abre el pasado
en este presente
que nos anuncia un nuevo futuro...




lunes, 5 de noviembre de 2012

"Himno a la mujer ajena"


¡Qué linda te veías
cuando aún sin engaños
te paseabas rebelde y cariñosa,
natural y sin palabras,
única e igual a todas
entre sus brazos mentirosos!
¡Qué linda y deseosa te veías!

Todavía recuerdo
cómo lo mirabas con tus labios,
esos que a veces eran rojos y otras verdes,
¡ah cómo les gustaba perderse
entre sus sábanas sin horas!
Allí estábamos los tres
hundidos en dos mundos diferentes.

Y sus pieles se hacían noche
y la noche se volvía día
y el día se reía del tiempo
y el tiempo huía del compromiso
y el compromiso se alejaba de tus dedos.
Allí estaba entre sus labios,
la verdad escondida y tendida en el cielo.

¿Cómo no lo saboreaste?
Acaso… ¿realmente sentiste?
Llegó el invierno a tu primavera
y se ahogaron los besos
y se rieron los relojes de tus días
y me quedé sin función.
Pero qué linda te veías…
perdida entre sus brazos
y escondida en sus palabras vacías.

Pero no,
ya te ha abandonado
y aquello que se me hacía apetitoso
por ser presa y mujer ajena
y aún más, por ser loba ajena,
ya no es deseoso en mi paladar,
¡ah no!
Qué linda te veías en sus brazos,
qué frágil e insulsa luces a mis pies. 

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿QUÉ ES SER UN ESCRITOR?


No pienso teorizar sobre lo que es escribir, y menos que menos, sobre quien realiza el arte de escribir, pero si pretendo dejar en claro lo que uno no debe dejar de obviar cuando se cuestiona qué es ser un escritor.

Primero que nada, un escritor no es. Un escritor no es fácil, es alguien a quien le gusta hacerse las cosas lo más difíciles posibles. Por ejemplo, si está feliz, pretende definir qué siente, y cuando ya lo hizo, pretende decirlo de otra manera, y cuando ya hizo lo último, vuelve a la primera escritura y se da cuenta que fue la mejor y deja de lado las otras. Como ahora solo le importa la primera, trata de buscarle otro sentido, de hacer creer que está triste para al final demostrar que está feliz. Aún insatisfecho, cambia las palabras y busca los sinónimos más rebuscados e incomprensibles posibles. Y así, cuando sus versos sólo los entiende él, borra todo y deja la hoja en blanco. La mira. La mira tan en blanco como su mente cuanto más se esfuerza en escribir lo que sintió. La mira tan blanca como el abismo que desea ser colmado y no caber en si mismo. Y al fin y al cabo, cuando ya no tiene motivos y comenzaba a olvidarse de aquella hoja en blanco, la toma, la escribe y queda satisfecho con su obra.

Un escritor vive en si mismo casi todo el día. Apenas sale para apreciar aquello que valora, y, tan inconscientemente como sea conscientemente posible, busca que lo inspire. Imagina pero no anota por miedo a no dejar resumido el sentido que pretende realmente darle.
Un buen escritor es albañil, carpintero, electricista, sanitario, pintor, escultor, ingeniero y arquitecto. Arma cada pieza del mundo que crea. Desde lo que está escondido dentro de las baldosas hasta los deseos que el personaje ya cumplió.

Un escritor se alimenta de letras y versos ajenos, pero nunca se llena. Jamás podrá decirle que no a un monosílabo que sea separable en tres y nunca se quedará inmóvil ante una palabra que desconoce. Siempre aventurero, se perderá en si mismo y hará que le cueste encontrarse.
Un escritor no acepta el empate técnico y siempre buscará la guerra entre las sinalefas y la paz en la tierra.

El individuo que se haga llamar escritor estará equivocado de p a pa. Un escritor no puede autodenominarse. Al nacer, no elegimos nuestro nombre. Hay alguien, un tercero, ajeno y a veces no tan ajeno a nosotros, que elige y así nos llamamos. De esta forma, un escritor nace siendo un individuo que se siente igual a los demás, pero que los demás, lo discriminan. Aquel que se sienta y arma las letras dándoles gusto a sal con azúcar, es calificado como escritor.

Un escritor tiene una antagonista desde el origen de los tiempos. Es siempre la misma desde que aprende a decir letra por letra sin titubear hasta que muere y ya no la busca más. Es mujer, sin dudas. Amarga, enojona y caprichosa. Pero dulce, simpática y muy ruidosa cuando convives con ella. A veces viene de vestido y deja que le acaricies las piernas, pero a veces, cuando se da cuenta que su relación jamás será formal, te deja tumbado en el suelo y con las ganas de no haber abusado de su bondad: ¡qué herida que deja la inspiración!

Un escritor vive en coma, y cuando la inspiración lo besa, brotan los suspiros eléctricos desde su corazón acelerado.

Un escritor no escribe mientras vive. Un escritor vive mientras escribe. Y así lo mismo con el tiempo; un escritor no escribe cuando tiene tiempo, un escritor tiene tiempo cuando las ganas de escribir lo sueltan.  

viernes, 2 de noviembre de 2012

¡Culpable!


Me declaro completamente culpable,
responsable por mis actos
y aún también dueño de las consecuencias,
siempre y cuando la causa
y el hecho que de razón al juicio
sea extrañarte cuando la luna sabe a miel,
sonreír en el silencio
y silenciarme en tu sonrisa,
enamorarte u enamorarme,
desearme dueño de tu boca
y amante de tu aliento.

¿y ahora quién me defiende
si la prisión húmeda y carmesí
parece el mejor refugio
en esta vida asesina?
¡déjenme morir en sus instintos!

sábado, 27 de octubre de 2012

"Amigo..."


Amigo…
gracias por escuchar
cuando aún no hay palabras,
gracias por buscarme
cuando aún no me he perdido,
gracias por quererme
cuando aún no me has conocido,
gracias por cuidarme
cuando aún no he nacido.

A ti amigo, gracias. 

sábado, 20 de octubre de 2012

"¿Me llevas a la luna?"



-¿Me llevas a la luna? – me preguntó desde los pies de la cama.
-¿Mañana podes? – contesté preguntando.

Sonrió y se guardó en su silencio. Sus ojos miel y soñadores se perdieron en el aire. La luna parecía tan lejana… pero tan apetecible. ¿Cuándo llegaría su oportunidad? Tantos y tantas la habían visitado, en invierno, en verano, en otoño e incluso durante la primavera, sin importar que fuese la temporada baja. Incluso había quienes se habían atrevido a visitar la luna en pleno día, mientras se escondía del sol. Ella quería ir a la luna… y yo quería ir con ella.

Me levanté directo hacia la cocina a preparar la cena. Era jueves, pero no cualquier jueves. Me tocaba cocinar pero además, era el último jueves de noviembre y eso significaba una sola cosa: la especialidad de la casa. Los vegetales se mezclaban con la música y el aceite. La vista no podía ser mejor; ella bailaba entre libros viejos mientras ordenaba su placard. Las notas que se abrazaban a las zanahorias, puerros, cebollas y tomates, brotaban cálidas y cariñosas desde la radio. El aroma casi vacío de la pasta en agua hirviendo y el perfume desbordante de los vegetales en plena cocción, se apoderaban de la casa y los pulmones. Todo estaba enamorado. Incluso, la pasta parecía tener forma de luna mientras bailaba en el agua a borbotones.

El perfume añejo del vino se besó aventurero con el de la pasta y los vegetales. La noche estaba inaugurada, con mantel y postre para dos.

-¿A qué hora nos vamos mañana? -
-A eso de las nueve de la noche tenes que estar aca – contesté con seguridad.
-¿Y qué tengo que llevar? ¿Vamos a acampar o a ir a un hotel? -
-Nada. No tenes que llevar nada. Eso si… ¿seguís teniendo aquel vestido blanco a lunares rojos? -
-Si… Creo que si. ¿Por qué? -
-Tenes que ponerte ese, es mi única condición -

Su sonrisa y su expresión de desentendimiento se intercalaban dulces en su rostro. La luna significaba todo. No era sólo la huida del mundo y de la rutina. La luna era el sueño de todo enamorado. La luna era el lugar más cotizado para pasear durante las tardes de invierno. La luna era el lugar al que ella quería ir, y yo quería ir con ella…

El helado de frambuesa se paseó por sus labios y como enamorada consecuencia, después por los míos. La luna se dibujaba blanca y sin visitas en lo alto del cielo oscuro. La noche, amiga innata del satélite, se abrazó al mundo y a nuestra cama tan pronto como el helado se hizo vapor entre nuestros suspiros. Las sábanas, cómplices insospechables, se durmieron silenciosas entre nosotros.

Me quedé largo rato observándola dormida entre mis brazos. Un mechón de cabellos negros le caía rebelde por su frente y su respiración se hacía compás dulce entre los ruidos de la noche. “Mañana… mañana te llevaré a la luna…”, pensé antes de que el sueño me ganara la batalla.

La mañana se despertó feliz entre sus bostezos de brisa de primavera. Su silueta se dibujaba en las sábanas, quedando sólo su perfume en la almohada como prueba de que ella había dormido a mi lado.

“A las nueve estoy aca, con el vestido blanco a lunares rojos. No te olvides… ¡nos vamos a la luna!”, decía la nota que dejó sobre la mesita de luz.

Guardé la nota en el bolsillo del pantalón y salí raudo hacia la calle. La lista de cosas que podía comprar se hacía interminable en mi cabeza. Pero había algo que jamás podría comprar… la luna. ¿Cómo iríamos a la luna? Los cohetes se habían vuelto mucho más accesibles en los últimos años, pero mi sueldo apenas daba para irnos de vacaciones al balneario de siempre. ¿Cómo llegaríamos a la luna? ¿Cómo lograría tener un pase a la luna antes de las nueve de la noche? La luna… ¿quién había inventado a la luna? o aún más… ¿quién había dado ese primer paso hacia la luna?

Por un instante me sentí ahogado entre los autos que iban y venían enfadados y la gente que se empujaba por cruzar primero. Pero recordé la noche anterior… el gusto de aquellos labios con frambuesa continuaba adherido a mi instintos. El amor lo podía todo. El amor me había hecho sentir distinto. El amor era la fuerza absoluta e intachable que me hacía sentir que cada día era distinto. El amor lo podía todo… el amor, podría llevarme a la luna.

Volví a casa cargado de bolsas repletas de lo mismo: mis deseos de ir a la luna con ella. Cerré las cortinas y cubrí todas las bombitas de luz con telas blancas. Corrí la mesa y todos los muebles del living contra las paredes y coloqué el colchón en el centro. Cubrí el suelo con sábanas blancas y coloqué desperdigados los pétalos de las rosas blancas que compré a la pasada. Aquello, con ojos de enamorado, parecía los cráteres  misteriosos y blancos de la luna. La oscuridad se apoderaba de la casa como el universo inmenso que rodea a la luna.

Me detuve por un segundo a admirar la foto que descansaba sobre el viejo mueble de roble. Allí estábamos, ella y yo. Sonrientes y enamorados… igual a la noche anterior. El amor, había permanecido arraigado al tiempo. Entre tantas rutinas cambiantes, ya no había sentimientos que duraran en aquel caldo poco próspero para el cultivo de semillas del corazón. Era casi un milagro… pero lo era. Allí estábamos, ella y yo, iguales de enamorados que en la noche anterior.

La tarde se esfumó detrás del sol, y la noche cayó del cielo hasta dormirse sobre la ciudad. Las nueve sonaron en el reloj de la cocina. Puntual, se escuchó la llave en la cerradura.

Lo primero que ella vio al entrar fue un cartel que citaba: “BIENVENIDOS A LA LUNA”.

-Bienvenida a la luna mi amor… encontré un parador con una vista hermosa- le dije guiándola a la cama.

Sus ojos se habían empañado. El lugar parecía haber sido besado por la mismísima luna. Jamás la había visto sonreír así. Tan ella, tan dulce, tan emocionada que no cabía en ella misma. Y como enamorado reflejo, así me sentía.

Caíamos flotando sobre el colchón y los pétalos de rosas blancas saltaron lentamente por el aire lunar. Las palabras aprendidas se nos olvidaron y el único lenguaje fue el rozar de nuestras pieles y el encuentro concupiscente de nuestros labios. Lucía tan hermosa en su vestido… aquel vestido con el que la había visto por primera vez. Aquel mismo vestido que llevaba puesto el día que se tomó la foto que hacía tan sólo unos minutos me encontraba mirando.

El helado de frambuesa fue el cómplice aquella noche. La despojé de su vestido para perderme en la blancura de su cuerpo rebelde y nos fundimos en la noche lunar. Éramos una solo con la luna. Un solo corazón latiendo más enamorado que nunca. Un solo suspiro que brotaba de nuestro cuerpo y se abrazaba a las sábanas lunares. Nos perdimos en el espacio y ninguno exclamó por auxilio.

La noche se fue adentrando en la madrugada y ya no sabíamos cual era su cuerpo y cual era el mío… ni donde terminaban nuestros labios y comenzaba la luna. El sueño se hacía realidad: ella en la luna, y yo con ella.

-Gracias mi amor… gracias por traerme a la luna…- 

lunes, 8 de octubre de 2012

"Dulce perdición"


¡Qué lindo sería perderme en tus ojos!
esconderme en tus ideas
y susurrarte desde el alma
con un canto tibio y primaveral
cuanto te quiero
y cuanto te anhelo
cuando la madrugada me sabe a rosas.

Ven y perdámonos juntos
en la selva tímida de la ciudad,
¡huyamos mi adorada inspiración!
¿rutina? ¿qué es eso?
¡a tu lado la vida es un sueño
que descubro cada mañana
y que muero por besar cada segundo!

Yo, ya perdí la llave…
¿vas a perder la tuya?

lunes, 1 de octubre de 2012

"Hasta luego y hasta siempre"


¿Cómo escapar de la noche que se acerca
cuando el horizonte es quien tropieza conmigo?
Aquella ignorancia que era cómplice de la mentira
hoy se escurre hasta hacerse muerte en mi rutina,
y lo que era solución en tiempos de apatía
ahora es asesino concupiscente
con hambre y deseo de matarme en guerra.

Huyo horrorizado por una nueva tarde que comienza;
no quiero,
no puedo,
no debo,
no resisto verte tan cerca y tan lejos
hundida en tus muecas; siempre presa fácil.
Escapas sin saberlo en una temprana noche que termina;
no sabes,
no entiendes
no deberías,
no actúas tu rol de imperialista bajo tu consciencia;
me esclavizo voluntariamente entre tus ojos negros.

Hasta luego y hasta siempre

domingo, 23 de septiembre de 2012

"STOP a la rutina"


¡Deténgase!

¿A dónde cree que va
con los bolsillos atiborrados
de gritos amarillentos
y amores callados?
¿Piensa usted seguir
dejando que caigan sus años,
desperdiciados en la vereda,
en un mar donde no hay salida
y si la hay
no implica la vida?

¡Respire y piense!

Usted está muriendo
ahorcado por la falta de susurros,
envenenado por la fotocopiadora
y degollado por sus instintos reprimidos.
Afronte que va y no busca
porque no sabe qué,
ha perdido el y los sentidos
y en su mapa se han perdido las salidas.
Recuerde que un suspiro sin sabor
es un latido que vivió aburrido.

Ahora siga…

Cauteloso pero aventurero,
reflexivo pero arriesgado,
amante pero siendo amado,
tonto pero no ciego,
callado pero con un sentido.
Viva viviendo la vida.
Siga siguiendo al que lo sigue. 

viernes, 14 de septiembre de 2012


"No te despegues de nuestro murmullo
ni te fundas con la ciudad que se hunde,
¡derrítete conmigo en esta estación
que nos invita a bebernos
cual par de caracolas sedientas!
Cierra ese frío cuaderno
el vuelo nos espera errante
hacia el templo del sol."

miércoles, 5 de septiembre de 2012

"Necesito..."


Necesito un respiro,
una gota de vida que caiga sobre mis labios
y me deje sentir que aún estoy vivo,
porque así el día tiene gusto a noche
y la eternidad ha perdido consuelo.
Necesito una pausa
que congele las heridas y reproches
en un mar de sentidos con canela,
¡detente bandido cobrador de impuestos!

Necesito una respuesta
a tantas preguntas baídas
que emanan de un solo por qué
y que deja fruto en este presente clandestino
al punto de empedernirse en mis pupilas
y llover como setiembre sin amores.
Necesito dejar salir este grito ahogado
que no me deja dormir ni tener sueños,
¡sálvenme mientras aún se pueda!

Necesito sentir como sin quererlo
un sentimiento anida en mi alma
hasta matar las espinas de lágrimas pasadas
y todos los baúles sin llave anhelante
que una muerte sin llegada dejó.
Necesito saber que no suspiro solo en la oscuridad
y que más allá de estas paredes carceleras
hay un millón de corazones devastados
que aún reprimen sus deseos de un mañana para dos.

Necesito perderme y encontrarme pronto
porque el abismo está a cada luna más cerca
y el destino no para, no se detiene, no espera.
Necesito olvidar para guardar nuevos recuerdos
en un mundo de guerras y poca paz
y así dejar mi último aliento en el milagro
que espero nazca en mi alma y no la de otro
(necesito recordar el egoísmo).

Necesito…
escuchar otro grito ahogado,
sentir otro suspiro que se muere,
necesito alguien que se pierda conmigo,
necesito que alguien más olvide…
Necesito no ser el único.
Necesito no estar solo ni ser el último. 

viernes, 31 de agosto de 2012

"¿Por qué me busco y no me encuentro?"


¿Por qué me busco y no me encuentro?
¿por qué me busco?
¿por qué no me encuentro?
¿qué me hace sentir vacuo
en este mundo de pantallas y rutinas
donde a nadie le falta naranja media
ni un lavarropas que le ronronee al oído?
¿por qué soy este el que se busca
y no es ella quien me busca?
¿por qué no me encuentro?

Tengo sonrisas todas las mañanas
y hasta alguna noche alguien me regala besos,
y no escondo que vivo con caspa
como tampoco oculto que me siento distinto,
pero aún así
y aún en este mundo de pertenencias virtuales,
no me encuentro en este cuerpo querido.
¿Qué me falta en el parpadeo?
¿Qué alimenta mi búsqueda sin sentido,
tras un alma que perdió el gusto a vida sentida?

Y ese tecleo constante
que no se me suelta ni se despide
no es más que un cómplice bandido
de ese señor que se hace llamar amigo
y a veces se siente como enemigo,
¡ah agridulce tiempo y a veces inspiración
deja de transformar mis pasos en huellas!
¿qué me sucede por la madrugada?
¿por qué la boca me sabe a ese sudor frío
que me trepa por el cuello
cuando el domingo casi dormido
anuncia el comienzo de otra semana perdida?
¿dónde estoy? ¿estoy? ¿por qué creo que estoy?
¿por qué, afirmando que estoy, no me encuentro?

No hay razón que tenga partida de nacimiento,
y así se me va esto que algunos llaman camino
o como yo prefiero decirle
“la mitad de la selva oscura”,
y así pierdo la noción de la distancia que no existe
y me marcho preguntándole bajito al amargo viento:
¿por qué me busco y no me encuentro? 

un poquito de inspiración (¡para llevar, por favor!)


sábado, 25 de agosto de 2012

"¿Con quién se queda el perro?" - Jesse & Joy


Por primera vez, comparto una canción de este grupo que tanto admiro. Simplemente, hacen poesía. Esta canción, en este preciso momento, define lo que siento, y como no puedo escribir porque... porque no lo sé, porque estoy en crisis por así llamarlo, siento que de esta forma, es como mejor puedo expresarme. ¡Pronto volveré!

jueves, 23 de agosto de 2012

"Amor a la mentira"


¿Qué sucede?
Te quiero
Mentira, no te creo
Créelo, te quiero
No me mientas
No te miento.

¿Qué nos pasa?
Te quiero y no me crees
Tú no me quieres
Te amo, no lo dudes
¿Seguro me quieres?
Si. Te amo y te quiero.

Te quiero, ¿me crees?
Si. Te creo
¿Por qué?
Te creo, no pidas más
Entonces, te quiero
Te creo, pero no te quiero.

lunes, 13 de agosto de 2012

"Sin diagnóstico"


Suena el sol a las siete,
no quiero, no puede, no debe ser la rutina.
Aferrándome a las plumas que si soñaron
abro con desdén mis cristales mojados,
cansados de llorar día a día
ese dolor sin nombre; esta vida sin diagnóstico.

Siento cómo la piel se me desgaja
desconociendo una causa con nombre y apellido,
estoy aquí y no me salgo ni me agravo,
entre la puerta del paraíso
y esta cuna de blancos con perfume a despedida,
¡qué terrible sabor tiene el dolor sin explicación!

Me hundo en horas que se van entre mis dedos
dándome su bendición de un adiós cercano
pero no así lo receta la hoja mal sellada,
soy un fantasma que todavía late,
una agonía entre un grito ahogado
y un deseo de terminar esto que sabe a castigo.

Castigo o venganza (sin diagnóstico).

"Así sabe la soledad"

¿Así que así sabe?
¿Este es ese dolor vacío
del que tanto me han hablado
pero que nunca creí,
corazón ofuscado aparte,
probar en la vida?
¿Así sabe la soledad?

El que sonreía tras el favor
hoy se esconde sin monedas
deseoso de volver (con culpa),
la que escuchaba cantos y cuentos
ahora sucumbe en mil acordes callados
que borran el recuerdo prestado,
pues entonces así se siente,
el que queríamos se vuelve tirano
y el pirata se vuelve dueño de razón.
¿Así sabe la soledad?

Allá va quien esperaba sólo escuchar un si
y los que desde lejos,
con apetencia y maldad,
se acercaban acechantes
en busca de una carroña triste y de novela
que les haga más corta la tarde,
¡ah! ¡Cuántos dolores dichos
a almas de orejas borrachas!
Allá va y van en sus barcas roñosas
a esconderse en su versión de la verdad.
¿Así se siente al paladar? ¿Así sabe la soledad?

Entre sollozos que se alejan
y un grito rebelde que se acerca
alzo el estandarte de la resurrección,
pues he vuelto a nacer
con luz en el camino
y esta vez no de bajo consumo.
¡Oh ahora lo veo! ¡Así sabe la hipocresía!
y ya lo han dicho sabios y pesimistas:
mejor solo que mal acompañado;
no hay mal que por bien no venga;
la verdad duele pero sabe mejor.
¡Quiero un caramelo de humanidad
pues este gusto amargo no se quiere olvidar!

Así sabe la soledad…

sábado, 11 de agosto de 2012

"Charla de oficina"


Querida mía de mi corazón infartado
no te quedes callándome desde el escritorio
ven y silénciame con besos de apuro
de esos que van y vienen cuando el jefe no está.

Intentando ser parche bien parecido
me mezclé entre tus dolores de un amor pasado;
luché contra tu alma que no lo ha pisado,
rendirme se ve cercano en este insaciado camino.

Lamento si no hablé como tu setiembre
aunque la lluvia jamás toco tus acústicos sentidos
tu veredicto inundado de un trivial adiós
es la única carta que queda sobre la mesa.

Querida mía ve con él y sus papeles
su sillón de cuero en el que te susurra monadas,
deja al civil que tú eres diosa alejada de su sol;
cállame ahora o sigo trabajando.

domingo, 5 de agosto de 2012

“Mi reflejo amigo”


Cuando el respirar ya no es suficiente
y la noche se clava como muerte en tu piel
hasta dejar sin cura tus recuerdos lastimados
destruyendo lo que era y lo que quiso ser
y cuando además de no bastar el aire
para llenar el alma con una pizca de cielo
que logre hacerte dar un paso más
hacia un futuro que no se pinta en tu hogar,
surja callado y herido el lamento cotidiano,
¡oh! ahí será momento de asesinar al reloj
y enviarle al tiempo el ultimátum bendecido,
pues, la muerte mi querido amigo
caminará cerca y de la mano contigo.

Tú no lo ves porque la rutina te lo empaña
pero yo te observo en tu tecleo sin sentido
y puedo afirmarte mi estimado compañero
que el momento pequeño que se va de tus manos
no es más que una parte de tus últimas horas,
así que ten cuidado, ¡cuida cada día!
quizás mañana sea el último,
tal vez pasado termine tu función,
ocasionalmente pasado mañana
tocará a tu puerta vestida de señora
con relámpagos azules prendidos al saco
y manto negro manchado de blanco
encarnado a su cintura mal definida,
y la llave no servirá de escapatoria
ni el grito que taje tu escrúpulos,
¡no corras ni tiembles!
disfruta antes de que el horizonte te muerda.

Pero antes que te vayas de improviso
recuerda que me debes un par de favores
y que los muebles que descansan en tu cuarto
me pertenecen aún cuando estás vivo
y que tu casa siempre ha sido mía
y tu hija, tus vecinos y amigos
no son más que mis propios conocidos,
y tus ojos que causan esa mirada caída
son mis ojos y no los tuyos mi querido amigo.

¡Ah mi querido amigo
y compañero de cada minuto!
¡Ah mi querido espejo
y fiel reflejo!

miércoles, 18 de julio de 2012

"Asesino y solución"


Ayer el tiempo lloraba enlatado
en un costurero que hervía
por el pasar lento y arrepentido
de días que se hacían años vacíos.
Ayer el tiempo era una víctima empedernida
de tantos corazones enlistados en su rutina
para ser sanados y prevenidos
por causa simple y ajena, atada a una sola razón:
su vuelo es el antídoto para el desamor.

Hoy el tiempo se escurre entre las sombras
que no se despegan al pasar las diez,
¡oh amante del que busca la paz y la calma,
detén tu maratón sin salida!
¡corten la energía que mantiene vivo
a este enemigo que cancela la eternidad!
Hoy el tiempo vuela alto y con apuro
alimentándose de la llegada tarde
y del beso que no suena en punto.

¡Ah rebeldía celeste!
¡Basta ya con tus juegos de agujas!
Ayer el tiempo era cura y solución,
hoy delimita y asesina entre doce paredes
al susurro que se hace pasión para dos. 

sábado, 14 de julio de 2012

"Tengo un poema para cada momento"

Tengo un poema para cada momento
desde la rima hasta el diptongo
formando al verso flaco y a veces arrepentido,
para cada momento tengo un poema.

Hay una letra que me lleva y me atrapa
hasta el crepúsculo rebelde,
allí donde robé tu mirada y tú mi anhelo.
Cargo con cada verso que escribí,
con cada suspiro que viví.

Procuro desempolvar las sinalefas
al recordar el nacimiento de una sonrisa
y el cumpleaños de una tía lejana:
todos guardados en mi poesía.

Respiro sobre el lomo que los encadena
saboreando cada beso encarcelado
y sin darme cuenta me topo con un verso
que creía ya tener olvidado
¡pero no! es el primer amor que no se borró.

Alguno trato de no verlo pero lo siento
sollozando la despedida de un amigo
más allá de las arenas y las nubes,
los tragos amargos se guardan sin rima.

Crezco y se hace robusta la colección
no me desprendo del sinsabor,
conservo enlatado cada desamor.
Pasaron tormentas y la muerte me saludó
escondiéndose sin permiso en mis cuadernos.

Cae la noche sobre mi escuálido cielo
a la par de las preguntas que me abrazan
derritiendo mis cajones neuronales
¿guardo el sabor del café que me preparó?

Esta infusión del ayer con migas de canela
no la olvido ni me molesta en el bolsillo
porque es sencillamente mi vida en letras
y aunque se desborde el archivero
sigo escribiendo un poema para cada momento. 

miércoles, 11 de julio de 2012

"Querida abuela..."


Fuiste la razón
de mi primer adiós vacío,
de mis primeras lágrimas de recuerdos,
de mi primera sorpresa
sin un cumpleaños por detrás,
de mi primer huída del mundo
para buscarte hasta donde no podías estar.
Eres la razón que tengo para extrañar.

¿Por qué? ¿Cómo? ¿Así debía de ser?
¿Dónde ha ido a llorar sola
la última navidad que reímos
abrazados por la noche cariñosa?
¿Dónde ha ido mi amiga,
la que fue paciente y chef al mediodía?
¿Acaso soy yo quien no logra verte?
¡Grítame y quiebra mis huesos si quieres,
pero déjame saber que aún
puedo perder mi aliento en correr a buscarte!

Allí va el sonido de tus pasos nocturnos,
pero no huelo la sombra de tus parpados caídos,
ahí está la plaza con su banco
soleado y a las seis,
pero no escucho tu mirada buscarme entre la multitud,
¡aquí estoy yo sollozando por tu encuentro!
pero no veo asomar bastón ni carraspeo.
Te has ido sin fijarte en el último dibujo
que guardé debajo de tu cama…

¡Oh seres que no veo! ¡Oh almas sin cuerpo!
Escuchen mis lamentos prosaicos
y hagan llegar mi última voluntad involuntaria,
¡oh soles y estrellas de navidad
intercedan por mi deseo abrumador!
Aquí está mi mensaje
entregado sin recelo
a manos amigas del cielo y el adiós…

Te extraño,
te quiero,
y una pequeña recomendación,
cuando bajes cada noche de las nubes
a sonreírme desde los pies de la cama
no temas en despertarme,
te escucho pero me callo para que te quedes.
¡Te espero!

sábado, 7 de julio de 2012

"No lo ames si no te ama"


No lo ames si no te ama,
he dicho.
Pues claro que ahora negarás
y exigirás razones envueltas en café,
así que he aquí a cada parte de la lista,
sin mentiras ni realidades fingidas,
nada más que verdades amargas y realistas.

¿Has de querer a ese que le cambias de nombre
cuando llega con monadas a tu puerta
luego de haberte enviado gritos
de esos que aniquilan con sólo probar?
¿Has de sentir como azul sin blanco
al creador de los monstruos callados
que pelean hasta vaciar sus relojes
y que rompen tus lagrimales como consecuencia?

¡¿Qué digo?! ¡Ve y ama a quien te mata!
¡Ve y anhela a quien te roba la vida!
¡Ve y quiere a quien te cierra y encierra el mundo!
¡Ve y abraza a quien te clava su puñal silencioso
en cada noche de estrellas parlantes!
¡¿Qué dices?! ¿Has visto a quién amas?
En este juego de a dos y a veces tres
la bondad te ha hecho perder hasta la rutina.

¿No has escuchado las recomendaciones?
El final está en el bar de la esquina
y los recursos agotables se agotan,
¡ahorra cada palabra y cada sentir!
pues entonces, ¿gastaras tus últimos latidos
en quien aún sabe que existes
pero que no desea saberlo?

¡Ten cuidado señorita!
No vaya a llegar el huracán hormonal
y te quedes sin pirata y sin amante.

Allí va el tiempo entre tus lágrimas,
y más allá se va el mío
abrazado a una espera sin sentido,
pues a puerto cansado voy por besos modernos.
No lo ames si no te ama…, dije,
pero como de espera no vive el hombre,
en estos tiempos de crisis y rutinas apuradas,
desde esta noche hacia la mañana,
ámalo imaginando la realidad que desees,
pero recuerda que desde hace dos minutos,
yo tampoco te quiero

jueves, 5 de julio de 2012

"Adiós víbora maquillada"


Fue mentira y lo comprendo
fuiste noche antipática
durante el nacimiento
de toda fase solar en mi vida,
así que así
te extraño y me molesto;
me voy queriendo no partir.

Rogaste silenciosamente
por el adiós prematuro
de todo lo que nunca llegó
así que te lo regalo
envuelto en listones de fruta,
adiós víbora maquillada
amiga del engaño y el desamor.

Cuídate del destino,
ese animal que todo lo cobra
no vaya a ser
que de milagro o pecado
te toque pagar por tu pasado.

sábado, 30 de junio de 2012

"Es tu país"


Un pequeño manto de cielo
olvidado al sur del corazón,
cautivante a la mirada ajena,
¡mira el mar como juega!
Descubre sus misterios nocturnos;
camina por la rambla otoñal.
 
Lleno de vetas celestes
y bañado por el más hermoso sol,
playas y parques que deslumbran,
festeja, ¡festeja por vivir aquí!
Es tu rincón sin muros en el mundo
al que siempre podrás volver.
Es tu país.

Saborea el perfume del jazmín,
aventúrate en los cerros celestiales,
vive la pasión por la esfera celeste
y no dejes de descubrir tu alrededor.
¡Respira la solidaridad que quiebra la desigualdad!
Un lugar que siente como un humano más.
Es tu país.

Esos atardeceres inolvidables
que con tanta alegría alabamos,
una pequeña cajita rodeada de mar
donde a lo lejos se escucha un grito:
¡una melodía del más puro celeste!
Apronta tu cultura y sal a caminar.
Es tu país.

Mira hacia el horizonte
y busca el sol besando lo alto.
¡Gracias a quien sea por un lugar así!

jueves, 28 de junio de 2012

"Minutos después de despedirte..."


Clausuro mis pupilas
apretando el desdén callado,
absorbo el suspiro desde su raíz,
bajo las manos y no verifico,
cuento hasta cuatro
y ahora si estoy pronto;
cruzo la calle.

Vociferará locuras quien atrás haya leído
pues la razón de ojos abiertos
indica con recelo su opuesto natural,
pero exhalo esos versos
para expresar en este invierno lluvioso
como me siento tras la huída de la aurora
y a la llegada de tu adiós prematuro.

¡Pues quizás tengan razón!
¡Tal vez esté fuera de sus juicios!
Ya que prefiero el dulce del veneno
al ardor de una salvación
sin tus monadas reflejadas en mi mirada,
¡oh que apetitosa se ve la pócima sin retorno
desde este ángulo que era uno para dos
pero que la tarde le trazó bisectriz!

Allí voy de ideas apretadas
y dolores sollozantes,
abro los ojos al treparme la hiel
y…
¡oh ahí viene el alivio eficaz
tocándome su campana final!

sábado, 23 de junio de 2012

"Tardes de melancolía"


¿Dónde está? ¡¿Dónde se esconde?!
¿Acaso se aferró a ese novio de las horas
que se hace llamar el tiempo que cura todo?
¡Ay recuerdo de una sonrisa lavada a mano!
¿Quién soy? ¿Soy la semilla que germinó?

No me encuentro en estos pantalones caídos,
¿es mi piel la que dejó de ser de bebé?
¿Y que hay de aquella escalera de libros
que parecía no terminar jamás?
Se va abriendo el horizonte del porvenir.

Costumbres cruzadas con un café al pasar
se van tras la última hoja tocada
por eso que ya no encuentro en mi rutina,
cerrándose va la sonrisa pícara y aguda
de aquel sol que apenas sabía discutir.

¡No llegué! No estudié esta opción sin respuesta,
pues el alma guerrera y con pecas de futuro
no es entrenada en un banco sin tintero,
¡no estoy listo! Nadie me advirtió del pasar ajeno.
Se van las puertas abiertas y las cerradas menos diez.

Fugaces días hechos huellas descalzas
mojan mis ojos aún verdes. 

domingo, 17 de junio de 2012

"Me haces bien" - Jorge Drexler


siempre me encantó esta canción, y muchas veces vuelvo a ella y siempre me provoca un nuevo sentimiento... la magia de la música.

sábado, 9 de junio de 2012

"Amor bipolar"


“¡Olvídala! No te mereces seguir sufriendo… piénsalo”, me gritó mi mente vistiéndose con su traje de razón. Cerré los ojos intentando escapar de sus redes; no quería escuchar sus verdades reveladas. “Tú la amas… lucha por su amor”, me susurró dulce mi corazón. Así nacía la confusión, esa lucha entre dos enemigos de toda la vida: la razón contra el corazón.

De repente y sin que mi mente lo deseara, una imagen se tiñó en mis ojos que intentaban dormirse.

El día parecía besado por un bebé recién nacido. Todo era calma y alegría; la vida emanaba de cada mariposa que jugaba con la brisa. El cielo estaba más despejado que nunca, casi como si alguien se hubiese tomado el trabajo de borrar cada nube con los dedos. Alguien… o algo. Así se sentía el amor por aquellos días.

-¡Corre que te agarro!- le grité a sus ojos que me miraban dulces a pocos pasos de distancia.
-Nunca me pudiste agarrar, así que ya sabes: si quieres mis besos, ¡ven y pelea por ellos!- contestaron sus labios sonrientes.

Así era el amor en ese entonces. Dos inocentes y despreocupadas almas que se corrían por la pradera durante la tarde. Reíamos, llorábamos, nos amábamos… Pero en la realidad, más allá de aquella proyección de lo pasado, ya nada era así.
Tantas peleas, tantos desencuentros, tantos vacíos sin un acorde que los llenase… Ahora así era la vida. Así era el amor de esos días. Tantos vacíos que antes se habían llenado, ahora precipitaban en una lucha campal entre la razón y el corazón.

Sufrir y esperar era un camino muy tentador. Algún día las peleas se terminarían y todo volvería a sentirse como aquella mariposa que volaba alegre y derramando vida… ¿pero mientras tanto? ¿Valía en realidad la pena sufrir tanto, caminar, soportar… sabiendo que quizás no todo volvería a ser igual?

La mente me decía que olvidara. Tenía que dejar ir a aquella joven que me había logrado enamorar, llenarme de recuerdos hermosos y regalarme el dulce de sentirme otro. Pero justamente ahí estaba el desamor… tenía muchos recuerdos, pero las realidades actuales ya casi no existían.

¿A dónde se habían ido todos aquellos soles que nos regalaban sonrisas? El sabor eléctrico que se pegaba a nuestra sangre cada vez que nuestras miradas se cruzaban, comenzaba a secarse. Se secaba, y ambos lo sentíamos.
Así era el amor en el presente. Una lucha por existir y ser feliz. Una guerra por saborear y no sufrir. ¿Seguir? ¿Olvidar? Un montón de dudas en cuerpos de preguntas sin una clara respuesta.
En temas de amor y sentidos… ¿corazón o razón? Así es el amor: bipolar. 

jueves, 7 de junio de 2012

¡Para mi sonrisa de pocos dientes!


Dulce cariño suavizado
entre sus palabras casi aprendidas
y una sonrisa que se despliega
al llegar al abrazo de la melodía protectora,
esa que casi se siente madre
pero se asemeja a un pájaro
que sobrevuela el aire recién nacido.

Juguetean las huellas descalzas
en el parquet besado por la piel cándida
que va bañándose con
y para el mundo que la recibe,
¡bailemos con la estrella
hasta caer acunados en la selva!
Repite mientras me inspiras.

Toma tus cubos y elefantes violetas
que la luna ya se ha encontrado con el sol,
corre, corre que antes que el reloj se duerma
el mundo seguirá abierto para las fábulas,
cantos, planetas y cuentos callados,
pero no así será cuando se acueste el tiempo
en su tumba de inocencia repentina.

No hay precio para su sonrisa de pocos dientes.