domingo, 31 de marzo de 2013

"¿Por qué ser amigos?"


Why can’t we be friends?
o supongo que aquí queda mejor,
¿por qué no podemos ser amigos?
¿acaso no nos queremos
y cuidamos uno al otro
cuando la muerte viene,
cuando el sol se calla,
cuando el silencio nos pica?
¿qué sucede entre nosotros?

Confieso que a veces te odio.
¿Será ese el problema?
Te odio
por robarme las palabras del estómago
cuando ni siquiera las he pesando,
por jamás ocultarme
ni la más venenosa de todas las mentiras,
por entender lo que yo entiendo
y hacerlo lucir tan fácil con una sonrisa.

Igualmente, te odio y te quiero.
¿Puede ser eso posible?
Te quiero
cuando callas para que llore en tu silencio,
porque nunca me abrazas en la medida justa,
por ser la piedrita en mi zapato
cuando sabes que voy por mal camino,
te quiero y te quiero
por quererme como me querés.

Tal vez
no podemos ser amigos
por mis sentimientos encontrados,
¿cómo quererte y odiarte?
Quizás
no podamos ser amigos
porque no debemos serlo,
porque no queremos serlo.
Seguramente
tenemos que ser otra cosa,
de amigos no calzamos,
de enemigos nos sonreiríamos demasiado,
¿entonces?

¿Por qué no podemos ser amigos?
o…
¿por qué ser (solo) amigos?

jueves, 28 de marzo de 2013

"¿Te extraño?"


He estado luchando contra la soledad,
buscándole una salida
a esta rutina sin horas
pero que igual encadena a un tiempo muerto,
yendo de selva en selva
sin encontrar la saciedad
que tu no colmabas
pero al menos lograbas apaciguar.

He estado vagando con mi locura
por pueblos hundidos
y estrellas perdidas en el campo,
pero ninguna
ha sabido mirarme como tú lo hacías,
ni la luz mala, lejana y temerosa,
ha conseguido en sus mil intentos
desvelarme noches enteras;
atraparme días eternos.

No me arrepiento de la pausa
ni reniego del adiós…
pero, ¿si hubiese esperado?
¿si hubiese dejado madurar a la luna?
¿si hubiese dejado crecer
tan solo un poco más a aquella semilla?
¡Ah ese bendito stop que era salida,
se volvió en mi contra y me llevó la perdición!
Si tan solo hubiese esperado…

¿Te extraño?
¿Te busco?
¿Te vuelvo a invitar
a leernos de madrugada
y olvidarnos al atardecer? 

domingo, 24 de marzo de 2013

"Sobriedad"


Señor Juez
usted pregunta e interroga
sobre mi condición en los últimos días,
errante y empírico, cree saber la respuesta,
pero déjeme decirle, señor Juez
que desde hace ya dos meses
estoy completamente sobrio.
Si señor Juez y otros presentes,
estoy limpio desde el alma
hasta los huellas que ya no dejan mis pies.

Desde aquella noche
en que mis labios se partieron
y saboree por última vez (y no lamento)
ese veneno que me sabía a paraíso,
no he vuelto a caer en sus garras
ni a bañarme en su febril madrugada sin horas,
ya no su Señoría, ya no.
Y aunque mis ojos anhelantes
parezcan mentir entre sus lágrimas dulces
juro solemnemente que no miento,
no tengo ni tendré razones para dejar de vivir.

Hace ya dos meses, entonces,
que estoy limpio y sobrio
de la peor de todas las drogas inventadas
y de las que aún no se han imaginado.
Completamente vacío,
ni tan solo una pizca
de esa droga melosa y asesina
que genera la mayor adicción en el mundo entero,
esa que vestida de gala
provoca el más sublime de los placeres
y que al teñirse de noche
ataca hasta plantar en la piel el más mortal de los dolores.

Juro y prometo ante todo y todos,
con la mano limpia y en el corazón,
que hace ya dos meses,
la mitad de un verano y el nacimiento de un otoño,
y que aunque me aniquile la abstinencia,
estoy completamente
sobrio de amor

miércoles, 20 de marzo de 2013

"HIMNO AL FRÍO"


Tú eres amigo del desgraciado bonachón
pero ante estas hojas y estos versos
no voy a gritarte y lanzar juramentos,
he aquí una alabanza que comienza sin “oh”
y que no termina con tilde en amor.

Gracias por dejar caer en la tarde
tu manto azul y a veces morado
tejido con hilos del veneno paralizador
que sólo se borra con un encuentro callado
escondido detrás de una taza servida
por manos que juegan enamoradas;
gracias por dejar caer la causa suficiente
del efecto amoroso que se une en un café.

Alabado sea ese aroma a julio sin vapores
que se cuela entre las paredes rutinarias
cuando la noche llama a la puerta clausurada,
pues gracias a ese perfume de hiel
la cama se hace cómplice de la salvación apresurada
dando razón simple y sin explicación
a la charla de pies pasmados
que se abrazan bajo las sábanas de un julio sin vapores.

Ven tú también y canta con los dedos paralizados
mientras recordamos aquellos días infantiles
cuando una voz recordaba y calzaba con deleite
un par de aquello amigo de la lana,
¡eras tú el culpable de tales cálidos cuidados!
Pues el ardor de lo que no hierve
merece gloria por hacernos desviar la mirada hasta el recuerdo.

Allí va el rapsoda con sus deseos de gritar
ese “oh” que se merece pero no se dice
por siempre pensar en juramentos insurrectos
gracias a la consecuencia vacía
y no en la causa nunca explícita
que dejó consecuencia atiborrada de cosquillas
en la manta, el café y el invierno que pasó.
Aquí está tu “oh” y tú tilde en amor (se me salió). 

sábado, 16 de marzo de 2013

"Montevideo con 'M' de Marzo"


Ya cuando las tardes caniculares
y las madrugadas de pieles inseparables
comienzan a decir adiós en la rambla,
allí en medio de elecciones y comienzos,
ya cuando las calles vuelven a tener huellas
y los autos, ómnibus y carritos
se pasean cada vez más seguido por la principal…
allí es cuando la “M” se hace notar.


Algunas lenguas dicen y desdicen
que la ciudad después del atardecer
y más aún, cuando ya cerró febrero,
se vuelve el reino de las costumbres
y de los bostezos de impresora
al punto tal y suficiente
de que toda aquella sonrisa hija del verano
muere lenta y desdichadamente en la Maguá.
Allí entonces, ¿dónde está la “M”?

Si nos quitamos la espuma de los ojos,
esa que un carnaval eterno nos dejó,
podremos descubrir una ciudad hecha rutina,
si conservamos oculta en nuestras pupilas
esa última llamarada que el verano nos dejó
podremos saborear con delirio lo subsiguiente,
ese marzo que llega y arrasa con la calma,
ese marzo que vuelve y enciende la ciudad.

La invitación por esta y única vez
es a viajar más allá de las oficinas del puerto,
es a hundirse en la olvidada Montevideo
que vive en cada esquina del Prado,
la misma que duerme la siesta entre Malvin y Buceo
y esa que viene a tomar la última del domingo
al bar de Yaro y Rodó.
Muchos no saben y no quieren saber
lo linda, hermosa y coqueta
que se pone la ciudad cuando marzo la arropa…
Muchos mueren sin probar la “M”.

No huyas ni te encierres detrás de la televisión
y aunque no puedas soltar la manta
o dejar el tejido sobre el fogón,
sal a respirar la ciudad con frazada y agujas
y besa de ojos cerrados
a esa Montevideo con “M” de Marzo.  

sábado, 9 de marzo de 2013

"Escritor y Periodista"

Un escritor
es periodista íntimo de sus propios aconteceres
por ser razón y dueño de los mismos,
pero también,
un escritor
es periodista comprensivo de los latidos ajenos
que aunque emanen de otros canales
él va y cuenta lo que vio,
sin interés ni contrato a futuro,
él va y cuento lo que vio.

Un periodista,
o aún mejor,
un alguien que trabaja de periodista,
es escritor redactando noche a noche su novela,
una pieza única e hiperrealista
al punto tal de poder sentir en cada letra
la sangre que el futuro convicto
derramó a la vuelta,
al punto tal de escuchar en cada coma
el suspiro ahogado de un damnificado
que grita en silencio por su pasado.

¿Puede acaso
un escritor jugar a ser periodista?
Supongo que si…
¿acaso no puede un médico
jugar a ser asesino?
¿acaso no puede un abogado
jugar a ser traidor?
¿acaso no puede un sacerdote
jugar a ser violador?
¿Qué tiene la mentira
que a tantos seduce
sin reglas ni escrúpulos
en su juego clandestino?

¡Qué bien respetado sea
el periodista que vive de escritor!
¡Qué escuchado a mil oídos sea
el escritor que narra como periodista!

sábado, 2 de marzo de 2013

"No hay nada más lindo..."


Después del huracán,
de los relámpagos con gusto a rutina
y del verano con más bajos que altos,
descubrí concluyente frente a la ventana:
no hay nada más lindo
que la alegría después de la tristeza.

Duele, golpea y pretende asesinar,
llega escondido en su furia
y arrastra el mundo a su paso,
es el problema que tiñe nuestro cielo
pero que el viento arranca de un solo beso:
no hay nada más lindo
que la solución después del problema.

Perdidos y desentendidos
vamos caminando por la noche hecha ciudad,
malhumorados nos miramos sin ojos
y tristes rompemos el reflejo,
y así no vamos y no volvemos
hasta que nace la luz en el apagón:
no hay nada más lindo
que el amanecer después del desamor.

¡Miren!, ahí está el escritor,
muriendo lento y sin rima,
porque ha olvidado como ensamblar un verso,
porque aunque lo intente
no recuerda cómo decir lo que nadie dice
y todos sienten y todos quieren.
Pero… ¿qué sucede? ¡Miren!
Está escribiendo:
“no hay nada más lindo
que escribir después de estar en coma.”