sábado, 30 de junio de 2012

"Es tu país"


Un pequeño manto de cielo
olvidado al sur del corazón,
cautivante a la mirada ajena,
¡mira el mar como juega!
Descubre sus misterios nocturnos;
camina por la rambla otoñal.
 
Lleno de vetas celestes
y bañado por el más hermoso sol,
playas y parques que deslumbran,
festeja, ¡festeja por vivir aquí!
Es tu rincón sin muros en el mundo
al que siempre podrás volver.
Es tu país.

Saborea el perfume del jazmín,
aventúrate en los cerros celestiales,
vive la pasión por la esfera celeste
y no dejes de descubrir tu alrededor.
¡Respira la solidaridad que quiebra la desigualdad!
Un lugar que siente como un humano más.
Es tu país.

Esos atardeceres inolvidables
que con tanta alegría alabamos,
una pequeña cajita rodeada de mar
donde a lo lejos se escucha un grito:
¡una melodía del más puro celeste!
Apronta tu cultura y sal a caminar.
Es tu país.

Mira hacia el horizonte
y busca el sol besando lo alto.
¡Gracias a quien sea por un lugar así!

jueves, 28 de junio de 2012

"Minutos después de despedirte..."


Clausuro mis pupilas
apretando el desdén callado,
absorbo el suspiro desde su raíz,
bajo las manos y no verifico,
cuento hasta cuatro
y ahora si estoy pronto;
cruzo la calle.

Vociferará locuras quien atrás haya leído
pues la razón de ojos abiertos
indica con recelo su opuesto natural,
pero exhalo esos versos
para expresar en este invierno lluvioso
como me siento tras la huída de la aurora
y a la llegada de tu adiós prematuro.

¡Pues quizás tengan razón!
¡Tal vez esté fuera de sus juicios!
Ya que prefiero el dulce del veneno
al ardor de una salvación
sin tus monadas reflejadas en mi mirada,
¡oh que apetitosa se ve la pócima sin retorno
desde este ángulo que era uno para dos
pero que la tarde le trazó bisectriz!

Allí voy de ideas apretadas
y dolores sollozantes,
abro los ojos al treparme la hiel
y…
¡oh ahí viene el alivio eficaz
tocándome su campana final!

sábado, 23 de junio de 2012

"Tardes de melancolía"


¿Dónde está? ¡¿Dónde se esconde?!
¿Acaso se aferró a ese novio de las horas
que se hace llamar el tiempo que cura todo?
¡Ay recuerdo de una sonrisa lavada a mano!
¿Quién soy? ¿Soy la semilla que germinó?

No me encuentro en estos pantalones caídos,
¿es mi piel la que dejó de ser de bebé?
¿Y que hay de aquella escalera de libros
que parecía no terminar jamás?
Se va abriendo el horizonte del porvenir.

Costumbres cruzadas con un café al pasar
se van tras la última hoja tocada
por eso que ya no encuentro en mi rutina,
cerrándose va la sonrisa pícara y aguda
de aquel sol que apenas sabía discutir.

¡No llegué! No estudié esta opción sin respuesta,
pues el alma guerrera y con pecas de futuro
no es entrenada en un banco sin tintero,
¡no estoy listo! Nadie me advirtió del pasar ajeno.
Se van las puertas abiertas y las cerradas menos diez.

Fugaces días hechos huellas descalzas
mojan mis ojos aún verdes. 

domingo, 17 de junio de 2012

"Me haces bien" - Jorge Drexler


siempre me encantó esta canción, y muchas veces vuelvo a ella y siempre me provoca un nuevo sentimiento... la magia de la música.

sábado, 9 de junio de 2012

"Amor bipolar"


“¡Olvídala! No te mereces seguir sufriendo… piénsalo”, me gritó mi mente vistiéndose con su traje de razón. Cerré los ojos intentando escapar de sus redes; no quería escuchar sus verdades reveladas. “Tú la amas… lucha por su amor”, me susurró dulce mi corazón. Así nacía la confusión, esa lucha entre dos enemigos de toda la vida: la razón contra el corazón.

De repente y sin que mi mente lo deseara, una imagen se tiñó en mis ojos que intentaban dormirse.

El día parecía besado por un bebé recién nacido. Todo era calma y alegría; la vida emanaba de cada mariposa que jugaba con la brisa. El cielo estaba más despejado que nunca, casi como si alguien se hubiese tomado el trabajo de borrar cada nube con los dedos. Alguien… o algo. Así se sentía el amor por aquellos días.

-¡Corre que te agarro!- le grité a sus ojos que me miraban dulces a pocos pasos de distancia.
-Nunca me pudiste agarrar, así que ya sabes: si quieres mis besos, ¡ven y pelea por ellos!- contestaron sus labios sonrientes.

Así era el amor en ese entonces. Dos inocentes y despreocupadas almas que se corrían por la pradera durante la tarde. Reíamos, llorábamos, nos amábamos… Pero en la realidad, más allá de aquella proyección de lo pasado, ya nada era así.
Tantas peleas, tantos desencuentros, tantos vacíos sin un acorde que los llenase… Ahora así era la vida. Así era el amor de esos días. Tantos vacíos que antes se habían llenado, ahora precipitaban en una lucha campal entre la razón y el corazón.

Sufrir y esperar era un camino muy tentador. Algún día las peleas se terminarían y todo volvería a sentirse como aquella mariposa que volaba alegre y derramando vida… ¿pero mientras tanto? ¿Valía en realidad la pena sufrir tanto, caminar, soportar… sabiendo que quizás no todo volvería a ser igual?

La mente me decía que olvidara. Tenía que dejar ir a aquella joven que me había logrado enamorar, llenarme de recuerdos hermosos y regalarme el dulce de sentirme otro. Pero justamente ahí estaba el desamor… tenía muchos recuerdos, pero las realidades actuales ya casi no existían.

¿A dónde se habían ido todos aquellos soles que nos regalaban sonrisas? El sabor eléctrico que se pegaba a nuestra sangre cada vez que nuestras miradas se cruzaban, comenzaba a secarse. Se secaba, y ambos lo sentíamos.
Así era el amor en el presente. Una lucha por existir y ser feliz. Una guerra por saborear y no sufrir. ¿Seguir? ¿Olvidar? Un montón de dudas en cuerpos de preguntas sin una clara respuesta.
En temas de amor y sentidos… ¿corazón o razón? Así es el amor: bipolar. 

jueves, 7 de junio de 2012

¡Para mi sonrisa de pocos dientes!


Dulce cariño suavizado
entre sus palabras casi aprendidas
y una sonrisa que se despliega
al llegar al abrazo de la melodía protectora,
esa que casi se siente madre
pero se asemeja a un pájaro
que sobrevuela el aire recién nacido.

Juguetean las huellas descalzas
en el parquet besado por la piel cándida
que va bañándose con
y para el mundo que la recibe,
¡bailemos con la estrella
hasta caer acunados en la selva!
Repite mientras me inspiras.

Toma tus cubos y elefantes violetas
que la luna ya se ha encontrado con el sol,
corre, corre que antes que el reloj se duerma
el mundo seguirá abierto para las fábulas,
cantos, planetas y cuentos callados,
pero no así será cuando se acueste el tiempo
en su tumba de inocencia repentina.

No hay precio para su sonrisa de pocos dientes.