Dulce cariño suavizado
entre sus palabras casi aprendidas
y una sonrisa que se despliega
al llegar al abrazo de la melodía protectora,
esa que casi se siente madre
pero se asemeja a un pájaro
que sobrevuela el aire recién nacido.
entre sus palabras casi aprendidas
y una sonrisa que se despliega
al llegar al abrazo de la melodía protectora,
esa que casi se siente madre
pero se asemeja a un pájaro
que sobrevuela el aire recién nacido.
Juguetean las huellas descalzas
en el parquet besado por la piel cándida
que va bañándose con
y para el mundo que la recibe,
¡bailemos con la estrella
hasta caer acunados en la selva!
Repite mientras me inspiras.
Toma tus cubos y elefantes violetas
que la luna ya se ha encontrado con el sol,
corre, corre que antes que el reloj se duerma
el mundo seguirá abierto para las fábulas,
cantos, planetas y cuentos callados,
pero no así será cuando se acueste el tiempo
en su tumba de inocencia repentina.
No hay precio para su sonrisa de pocos dientes.
en el parquet besado por la piel cándida
que va bañándose con
y para el mundo que la recibe,
¡bailemos con la estrella
hasta caer acunados en la selva!
Repite mientras me inspiras.
Toma tus cubos y elefantes violetas
que la luna ya se ha encontrado con el sol,
corre, corre que antes que el reloj se duerma
el mundo seguirá abierto para las fábulas,
cantos, planetas y cuentos callados,
pero no así será cuando se acueste el tiempo
en su tumba de inocencia repentina.
No hay precio para su sonrisa de pocos dientes.
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