jueves, 30 de enero de 2014

"Rojos labios"

Rojos labios perdidos
que van y vienen buscando
la llamarada más dulce
para quemar sus recuerdos
y volverse cero nuevo;
vendrán huellas claras.

Rojos labios encontrados
una vez por los míos
mirándose fijo en la no ciudad,
allí donde no había cielo
ni alarmas que provocar;
paz, dulce y roja paz.

Rojos labios dormidos
que fingen estar despiertos
para atrapar errantes:
sin control, sin cordura
jamás tendrán saciedad;
adicción que besa y contagia.

Rojos labios amantes
ustedes que fueron horizonte
de un amor pirata
aún recuerdan su sabor añejo
de cuando mojados clandestinos
recitaban mejor que bien vividos.

Rojos labios enemigos
¿por qué tan carmesí su reflejo
bajo los escombros que no fueron?
Acaso…-pruebo- claramente;
venenosos en la humedad
ganadores a la debilidad.


Rojos labios semióticos
cargados de espera ajena. 

martes, 28 de enero de 2014

"Esclavo de un papel"

Una hoja de papel
a veces dos, límpidas,
esclavas que me esclavizan
autografiando mi creación
definiendo el campo de juego;
de un margen al otro
y no valen las postdatas.

Mejor cuando no sabía
de horizontes ni congruencias
porque allí no faltaba un tilde
nadie reclamaba un sol de menos,
las mañanas muertas
eran verdes a los ojos de la lluvia;
todo se quemaba y nadie gritaba.

Un acorde rechina
en la pincelada eterna
que cae y se hace sinalefa
para volverse daguerrotipo
que será onda mañana
y tal vez semilla más tarde:
vive libre el arte en su flujo.

No me esperen
porque no sé cuando vuelvo
y tampoco si me voy.
 

viernes, 24 de enero de 2014

"Ella ayer, Ella hoy"

Anoche la ciudad me dijo
que revisara fotos oxidadas;
lo lejano vuelve a picar
lo cercano amenaza con temblar.

Busco y encuentro cartas vencidas
allí dijimos tan poco que era mucho
creyendo que era mucho y era poco:
la duda sube y cae en la luna.

Te miro y te recuerdo en esos días;
no eres aquella que reía escondida
dices, miras, muerdes sin pensar:
la primavera nos floreció de confianza.

Quizás seas la primer última opción
puesto no merecido en la razón
lugar así sentido en la pasión;
¿por qué no escucho al corazón?

Anoche la ciudad me dijo
que te llame y te deje ser. 

domingo, 19 de enero de 2014

"Lo que tus labios ocultan"

Heme aquí hablando
de esos tibios empujes
que tus labios ocultan
y tu corazón aparta;
¡que griten!
¡que se desahoguen
esos suspiros prohibidos
en busca de luz!

A leguas puede verse
aún para el desconocido
que te mientes y nos mientes
a todos los conocidos;
la burbuja no estallará
hasta que dispares la flecha
sin rumbo, sin destino
solo en el intento de explorar.

Heme aquí mirándote
sin que sepas que te miro,
hete allí mirándome
con las pupilas cerradas
y el corazón cerrado a la fuerza;
ninguna cerradura resiste
lo que un beso suelda
y la verdad ensambla en silencio.

Sigue acorralando
a tus propios latidos,
¡ah pero cuidado…!
no vaya a estallar tu alma
cuando nos veamos venir
por el mismo sendero
en uno de esos “de repente”
casi que de “un momento a otro”.

Tómalo así:
medicina preventiva. 

martes, 14 de enero de 2014

"Trepa"

Trepa
trepa hasta donde lleguen tus sueños
trepa tan alto
hasta apreciar el fin del mundo
allí donde el horizonte es bisagra
entre esta y una mejor fantasía,
trepa tan alto
que puedas caerte.

Trepa
mirando solo en la nostalgia
de un recuerdo que se saboreó,
trepa
sin mirar en el anhelo de un ayer
que dolió o gustó demasiado,
trepa
en busca de las flores más altas
y los sueños más grandes;
el consuelo será mejor que el premio.

Trepa
trepa hasta donde en un vistazo
se alcanzan los días muertos
y se besan los días aún en vuelo
allí donde crujen los miedos
siendo vencidos por el amarillo
del sol, de tus ojos, de nuestro pacto.
Trepa tan alto como otros
y baja solo a retratar lo que no otros.

Trepa
para acariciar los vientos
que amarran esperanza y canela
con cintas de laurel,
trepa
sonriéndole a la caída
y dándole tus más dulces gracias
a las ramas torcidas,
trepa hasta volverte cielo.

Trepa
y deja que te imagine
volando desde la aurora. 

sábado, 11 de enero de 2014

"Cuatro vientos"

Cállese
cállese por favor
cállese
cállese por piedad
cállese
¡no lo quiero escuchar!

El viento sabe por si solo
cómo hacer brotar
el dolor olvidado
directo en mis entrañas;
cállese entonces usted
que no es justo ni necesario.

Cállese
cállese de una vez
cállese
cállese Sra. Parca
cállese
¡cállese o la reviviré!

Sopla soplando desde el norte
allí vienen las tinieblas
bailando al compás del dolor
en una misma tonada eterna
que quedó sin dedicar;
¿por qué Ama de la Muerte
la ensobras para mi persona?

Cállese
cállese porque no resistiré
cállese
cállese y no me obligue otra vez
cállese
cállese o volveré a cometer.

Cuatro vientos se encuentran
se miran rechazando sus rutas
alguno dobló donde no debía
alguno arrasó lo que no correspondía,
se miran cómplices fantasmas
y vuelven al andar.
Cuatro vientos desconocidos
y desencontrados (nadie vio nada).

Cállese
cállese o ya no la podré culpar
cállese
cállese… hablaré
cállese
puede irse: yo la maté.

El viento se volvió brisa
y un otoño más tarde
ya no hubo brisa en la ciudad. 

jueves, 9 de enero de 2014

"Vivo... y muero"

Vivo
escondido en la última penumbra
que el día aún deja en su plato,
totalmente enterrado allí
evadiendo las cuestiones cercanas
aferrándome a la superficie
desde la costra de la mortalidad.

Vivo
anudado a un flujo solar
que solo sabe de batallas
que solo disfruta de canalladas,
vamos simbióticamente juntos
hasta donde la mentira nos deje,
morir encallados; vivir fluctuando.

Vivo
sonándole a la gente
cuando me nombran al reverso,
y solo sueno y no concuerdo ni encajo
porque temen al entendimiento
ese reconocimiento sarnoso
que sería causa de un latido mal mozo.

Vivo
inhalando sales ajenas
de esas que abandonan por tristes
marginadas porque fueron lágrimas
desentendidas por brotar amargas;
no hay lugar para el dolor
en sus vidas de un solo color.

Vivo
en el cerrojo de una puerta
que hace demasiado no cruje
ni al abrirse ni al cerrarse,
bienaventurados mis días sin llave
que me aprisionan a este agujero
donde solo entra mi propio deseo.

Lleno la última casilla,
firmo en la última línea
a centímetros de la cruz
y allí…
muero. 

miércoles, 8 de enero de 2014

"Si muriésemos pronto"

Si muriésemos pronto,
en sesenta y siete días
y algunas migas de semana,
sé que dirías en un susurro
las cosas que dejarán de importar
pero que ayer si picaron
y empañan ahora la terminal.


Si muriésemos pronto,
en sesenta y cinco minutos
y algunos tuertos segundos,
sé que me mirarías sin mirarme
esperando mi último reclamo

aguardando dulcemente
por la última discusión.

Si muriésemos pronto,
en sesenta y dos gotas más
y algunos relámpagos nuevos,
sé que buscarías en fotos viejas
aquel sol que nos miraba dulce
cuando descalzamos y de la mano
nos comíamos el mundo.

Si muriésemos pronto,
en sesenta y una vueltas
y algunos saltos mojados,
sé que desearías tantas
de las cosas que no hicimos
y lamentarías las horas extras

que solo nos restaron besos.

Si muriésemos pronto,
en sesenta y cero segundos
y algunos suspiros más,
sé que te miraría de reojo
allí, hundidos en la cama, esperando,
y tomando la curva de tu cintura
te pediría que me regalases

                               tu última sonrisa.

martes, 7 de enero de 2014

"Volvió"

De pronto,
ni oportunamente
ni en derredor,
sin que nadie lo llamase,
simplemente de capricho,
una noche más oscura
que otras noches…
el dolor volvió.

Allí donde siempre
justo en el punto
donde muere el pensamiento
y nace la locura,
detrás de la vista nublada,
a un lado y cercana
del recuerdo que volvió.

Y respiro
y no se vuela.
Y no doy vuelta más vasos
y me sigue encontrando.
Y sonrío sin saberlo
y me hace saber que aún está.
Y me quedo en silencio
y chilla en su necesidad.

La brecha
a través del prado,
recién ensamblada,
aún necesita luz. 

sábado, 4 de enero de 2014

"Charla de pupilas"

Anoche
luego de la aventura
te posaste desnuda
con tus ojos en mis ojos
desarmando en mí
esa expresión de duda;
aterrizó la adolescente
con sus cuestiones rosadas.

“¿Y ahora qué?”
dijiste sin decir
con la mirada aún en mi.
Instantáneamente desenredé
tus inquietudes calladas:
qué pupilas tan hermosas
y fáciles de leer
y difíciles de responder.

Respiré aquel instante
antes de intentar complacer
a tus pupilas soleadas:
en nuestros silencios de sábanas
estaba la respuesta
no pre-fabricada, no premeditada
simplemente estaba
viviendo semióticamente inconsciente.

-¿Por qué ya no hablamos?
¿Acaso ya no tenemos de qué hablar?-,
disparó tu labio superior.

-Quizás porque lo hemos dicho todo
y ya las palabras nos sobran
y a la vez no nos bastan,
tal vez porque las noches
nos han enseñado
a charlarnos en silencio
de pupila a pupila-,
contra-ataqué con ambos labios.

Anoche
luego de volvernos
a las hablas primitivas;
luego de quedarnos
con las nuevas aprendidas
volvió el silencio
y nos posamos desnudos:
tus ojos en los míos y los míos en los tuyos.

miércoles, 1 de enero de 2014

"Siempre te soñé"

Siempre te soñé
siendo el clock
que con labios de tic-tac
me despertase íntimo
entre sabanas que van
y miradas que vienen.

Siempre te soñé
siendo una jungla
que a la mañana me enreda
entre sus lianas de coral
y a la noche me libera
en su costado más azul.

Siempre te soñé
siendo ese perfume dulce
que solo me pongo en verano;
así a pocos tientas,
así a nadie le haces recordar,
así solo a mi me vuelves a tocar.

Siempre te soñé
siendo intratable y caprichosa:
eterna adolescente pálida
con la pupila madura
con las piernas longevas
con el alma incansablemente lunar.

Siempre
te soñé…
hasta que desperté
y te encontré
durmiendo a mi lado.