sábado, 11 de agosto de 2012

"Charla de oficina"


Querida mía de mi corazón infartado
no te quedes callándome desde el escritorio
ven y silénciame con besos de apuro
de esos que van y vienen cuando el jefe no está.

Intentando ser parche bien parecido
me mezclé entre tus dolores de un amor pasado;
luché contra tu alma que no lo ha pisado,
rendirme se ve cercano en este insaciado camino.

Lamento si no hablé como tu setiembre
aunque la lluvia jamás toco tus acústicos sentidos
tu veredicto inundado de un trivial adiós
es la única carta que queda sobre la mesa.

Querida mía ve con él y sus papeles
su sillón de cuero en el que te susurra monadas,
deja al civil que tú eres diosa alejada de su sol;
cállame ahora o sigo trabajando.

1 comentario:

¡gracias!