Los años nos van y nos
vienen. La vida se nos va y a veces vuelve. Los recuerdos llegan y si
nosotros queremos, se quedan a dormir. Todos vivimos cosas muy lindas este
año, pero también, todos vivimos cosas tristes y amargas durante el 2012. Pero
después de todo, así es como deben de ser los años. Con cosas lindas y cosas
feas. Con vivencias para guardar y otras para dejar pasar.
Así son y deben de ser los años. Porque de lo malo aprendemos. Porque de lo
bueno disfrutamos. Porque de lo malo y de lo bueno vivimos.
Les doy gracias a todos ustedes, ustedes que son lo primero y lo más importante en este blog, ustedes que son los que me hacen seguir adelante con este proyecto de compartir con el mundo lo que mi corazón me susurra, ustedes que son nada más y nada menos que mis lectores. Gracias, entonces, por leerme durante todo el 2012 y acompañarme desde que esto comenzó sonándome a locura hasta hoy que me sabe a satisfacción. Gracias. Gracias por dejarme entrar en sus vidas verso a verso. Gracias por dejarme ir y venir con ustedes en un mismo tiempo. Gracias por leer mi forma de escribir el sol.
¡Muchas felicidades! Y recuerden... no debemos rendirnos ni dejar que la tristeza y la desesperanza nos detengan, porque lo mejor, puede estar por venir.
Sebastián
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