viernes, 10 de abril de 2015

"Una vez que se volvió veces"

En uno de esos “había una…”,
solos íbamos de vez en vez,
mirando al viento bailar silencioso
en los vaivenes del tiempo propio;
allí, algo nos hacía falta.

Una vez de esas veces
algo cambió insignificante
sin saber que sería para siempre:
el grito blanco de una luz rebelde
se escuchó retumbar desde la luna.

Esa fue la noche con más veces:
la primera vez que quisieron besarse,
la vez con más charlas tímidas,
la primera vez que desearon amarse,
la vez con más veces pidiendo por más veces.

El tiempo se hizo viento
y el viento se hizo tiempo espacial:
desde aquella vez, todo giró sin detenerse
y desde ese entonces
todos los días son un húmedo fuego.

En su vez y en su vez juntas,
en sus veces juntos,
no hay nada que viva tantas veces
como el asunto cariñoso
que da vida al sol desde un beso.

Veces… tantas veces…
y siempre un beso solar
a la vez
que se volvió veces. 

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