domingo, 19 de abril de 2015

"Y aunque no estés..."

Quizás mis versos no llegaron a tiempo. Tal vez el sol no se ensambló cuando debía. Y la consecuencia arde como añeja herida que no ha podido superarse.

Ahora solo me queda pedirte perdón. Perdón por ser una rutina con patas y un reloj que jamás agota su pila: perdón por no haber pausado al tiempo y hacerme una tarde para los dos.

Perdón por haber seguido de largo cuando aún llorabas cansada sobre la misma historia de siempre. Perdón por hacer de una crónica una hoja arrugada en la basura.

Perdón por callar mis dudas cuando la disposición sí estaba. Perdón por no llamar (volver a llamar) si no estabas por el momento: ahora suena, suena y suena… y solo hay un muerto silencio.

“Fui a destiempo y por eso nunca llegué…”

Pero gracias. Gracias por estar ahí aunque el invierno fuese vida a nuestro alrededor. Gracias por el amor que en silencio siempre me golpeaba. Gracias por venir cuando sabías que no estaría. Gracias por las palabras proyectadas al futuro. Gracias por ser y haber sido. Gracias.

Y aunque no estés… “¿Cómo le va?”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡gracias!