jueves, 29 de septiembre de 2016

"Me duele decirlo, pero no funcionamos"

–Me duele decirlo, pero no funcionamos.
–¿Qué es funcionar?
–No pelear tanto… No sé, funcionar.
–No entiendo.
–Es como si no congeniáramos, como si todo fuera áspero.
–Nuestros besos no son ásperos.
–Ya sé, pero no hablo de eso…
–Nuestros abrazos no se sienten ásperos.
–Pero es que no es po-
–Cuando te miro, no siento asperezas. En todo caso, me siento presa.
–¿De qué?
–De no querer dejar de mirarte.
–…
–…
–¿Por qué a veces nadie tiene nada para decir?
–No sé.
–¿Por qué hay tantas veces en las que todo termina en un “no sé”?
–…
–¿Qué?
–No sé.
–¿Por qué nos peleamos tanto?
–Porque no tenemos el tiempo suficiente de amarnos como para que el pelearnos parezco menos.
–¿No tendríamos que adaptarnos?
–¿Y el lunes no tendríamos que haber empezado la dieta?
–Te amo…
–Y yo te amo a vos.
–¿Y entonces?
–¿Qué?
–¿Cómo vamos a hacer para funcionar?
–¿Sonreír no es funcionar? ¿Reírse de cosas que solo nosotros entendemos no es funcionar? ¿Conocernos en el silencio de mirarnos no es funcionar? ¿Saber que amás el sambayón no es funcionar? ¿Que sepas que no suelo saber qué decir, pero que igual te amo, no es funcionar?
–Sí…
–¿Entonces?
–Pero…
–¿Por qué funcionar cuando se puede amar?
–…
–Amar es funcionar. Funcionar no tiene por qué ser amar.
–…
–¿Qué?
–No entiendo cuándo vos empezaste a tener la razón en esta relación.
–No sé, pero seguí sonriendo. Eso me funciona.


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¡gracias!