miércoles, 13 de diciembre de 2017

"Gracias, perdón y hasta siempre: en ese orden"

Te quiero,
un poco de mí todavía te ama,
te quiero
como un asesino a su víctima
como un relámpago a su cielo
como un libro a su lector,
te quiero
a sabiendas de que te amé
de que te lloré
y también te busqué:
sí, tarde, tal vez,
pero te busqué
cuando tu corazón era de piedra
y tu alma una lágrima sola;
igualmente,
hoy te quiero
y hoy solo me queda
mirar para adelante.

Te enamoré,
me enamoré.
Te busqué,
me encontraste.
Te salvé,
me salvaste.
Te escribí,
me dibujaste.
Te hice el amor
y me lo hiciste.
Te soñé,
me soñaste.
Te enseñé,
me enseñaste.
Te sufrí
y me sufriste también.
Te dejé,
me buscaste.
Te abandoné,
me gritaste.
Te alejé
y al final te alejaste.
Me acerqué otra vez
y ya no estabas ahí.
Volví
y te espanté.
Me voy
y ya te fuiste.

Estos son
y mañana serán
lo que desde ahora
sí me animo
y confío en llamar
los últimos
de tantos versos:
aquí queda mi corazón
mis lágrimas
mis latidos truncos
y mis besos sin entregar,
aquí vienen a morir
los días que no
las cartas que sí
los silencios y los tal vez.
Estos son
desde este minuto
y desde este renglón
los últimos que te escribo
el último Sol que elevo
y pinto ya sin tinta
en lo que queda sin ahorcar
de nuestro cielo gris,
ese que una vez fue blanco
y otras violeta,
pero estos sí son
los últimos versos
las últimas palabras
las últimas letras
y el último para vos.

Gracias,
perdón
y hasta siempre:
en ese orden.

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