El tiempo se nos escurrió
como una gota de limón
que volando va por el viento
hasta morir en los labios abiertos
de un amante sin excusas:
un día nos vimos y nos encontramos
tan llanos y tan ácidos
que el verano ya no sonrió.
como una gota de limón
que volando va por el viento
hasta morir en los labios abiertos
de un amante sin excusas:
un día nos vimos y nos encontramos
tan llanos y tan ácidos
que el verano ya no sonrió.
El mundo dejó de querernos
como un niño que crece de golpe
y se siente grande en su (in)madurez,
tan grande y tan (in)maduro
que los abrazos ya no valen caramelos
y el Sol quiere ser temprana humedad:
la inocencia murió sin moralejas
así de triste como suena.
como un niño que crece de golpe
y se siente grande en su (in)madurez,
tan grande y tan (in)maduro
que los abrazos ya no valen caramelos
y el Sol quiere ser temprana humedad:
la inocencia murió sin moralejas
así de triste como suena.
El amor preguntó por nosotros
como un periodista mal enseñado
que solo cuestiona desde el guion
y desde el compromiso de un mandón:
tanto y tan poco queda para decirnos
si hemos llegado malvivientes y desgarrados
al encuentro dulce de una miel de luna
que ya no grita ni brilla para dos.
como un periodista mal enseñado
que solo cuestiona desde el guion
y desde el compromiso de un mandón:
tanto y tan poco queda para decirnos
si hemos llegado malvivientes y desgarrados
al encuentro dulce de una miel de luna
que ya no grita ni brilla para dos.
Al final del tormentoso día
y en lo que se evapora este verso,
caeremos en la culposa cuenta
de que no fuimos más que una frutilla
en el plato de un hambriento error.
y en lo que se evapora este verso,
caeremos en la culposa cuenta
de que no fuimos más que una frutilla
en el plato de un hambriento error.
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