Una historia
que todavía no vive
podría ser escrita
en cualquier instante:
ahora, aquí
en este preciso momento,
tal vez mañana
quizás en treinta años,
pero la posibilidad vive y lucha
en lo más simple y vano
de un poco de tinta
a la que alguien o algunos
puede o pueden susurrarle
las medidas de un mundo
que todavía no grita,
pero que quiere ser.
que todavía no vive
podría ser escrita
en cualquier instante:
ahora, aquí
en este preciso momento,
tal vez mañana
quizás en treinta años,
pero la posibilidad vive y lucha
en lo más simple y vano
de un poco de tinta
a la que alguien o algunos
puede o pueden susurrarle
las medidas de un mundo
que todavía no grita,
pero que quiere ser.
Una historia
quiere enredarnos
entre lunas de verano
y vientos de ciudad,
quiere anudarnos
al vuelo fugaz y eterno
de una luz de esperanza
esa que va y no vuelve
buscando respuestas
y regalando amores,
quiere abrazarnos
entre sus brazos de papel
allí donde quedará intacta
la sumatoria sin restas
de todos los besos:
los de apuro
los de sal
y también los de sábanas.
quiere enredarnos
entre lunas de verano
y vientos de ciudad,
quiere anudarnos
al vuelo fugaz y eterno
de una luz de esperanza
esa que va y no vuelve
buscando respuestas
y regalando amores,
quiere abrazarnos
entre sus brazos de papel
allí donde quedará intacta
la sumatoria sin restas
de todos los besos:
los de apuro
los de sal
y también los de sábanas.
Una historia
se teje sin instrucciones
saltando al vacío
de no saber a dónde va
ni querer saber a dónde llegar,
allá van las vueltas
girando sobre sí mismas
al ritmo de una noche de noviembre
que nos busca y nos encuentra
que nos habla y la escuchamos
que nos mira y no bajamos la mirada
que nos ama y no cerramos el alma;
el milagro está por ocurrir
el tiempo está por resignarse
y el mundo aceptará de una vez
lo que siempre debió ser:
la historia va por fin a empezar.
se teje sin instrucciones
saltando al vacío
de no saber a dónde va
ni querer saber a dónde llegar,
allá van las vueltas
girando sobre sí mismas
al ritmo de una noche de noviembre
que nos busca y nos encuentra
que nos habla y la escuchamos
que nos mira y no bajamos la mirada
que nos ama y no cerramos el alma;
el milagro está por ocurrir
el tiempo está por resignarse
y el mundo aceptará de una vez
lo que siempre debió ser:
la historia va por fin a empezar.
Una historia
nos está esperando.
nos está esperando.
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